n n nEl alcalde de Vigo, Abel Caballero, considera que el dictamen de Patrimonio sobre Gran Vía responde a "una decisión política antiVigo" del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y busca paralizar las obras porque "el Partido Popular se dio cuenta de que iba a tener un éxito excepcional". "Como no lo consiguieron parar con manifestaciones, a las que acudieron 120 personas, menos que en la boda que hice yo ese día, sacan un dictamen", dijo.
Definió el proyecto como "excepcional, a la ciudad le encanta" y supone la colocación de rampas, poner "el doble de árboles" y plantar vegetación con el fin de "adaptar una gran avenida al siglo XXI".
El alcalde explicó que en una reunión el miércoles de la Comisión Provincial de Patrimonio, los técnicos de Vigo expusieron el proyecto y nadie "objetó nada en la reunión"; sin embargo, ayer López Chaves comunicó este dictamen, que ahora estudiará el Concello para determinar si es vinculante, ya que la Xunta tiene competencias en ese ámbito. Fuentes municipales explicaron que no hay criterios objetivos en el informe que sea acorde para paralizar, así que entienden que es una decisión política y ahora van a estudiar si pueden seguir adelante.
En todo caso, Caballero incidió ayer de que se trata de "una decisión política 100%", lo que respaldó en que este proyecto está aprobado desde enero y no alegaron nada cuando se sometió a información pública, además de que la resolución "la comunica este político contra Vigo", quien "la tenía hace dos horas" mientras que en el Ayuntamiento entró más tarde, a media mañana.
En cuanto a lo que se alega de que el proyecto "no se adecúa" al entorno, se refirió a las escaleras con cubierta que se pusieron en Segunda República, en la alameda y en Elduayen. "Ahí sí, no hay problemas, pero si lo hacemos en Gran Vía, a 15 metros del edificio más cercano y con mucha menos protección, ahí no se puede", señaló. n
