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Abanca no ha encontrado aún una solución para el Teatro Fraga

Escotet volvió a lanzar ayer el guante para encontrar solución al Fraga.
photo_camera Escotet volvió a lanzar ayer el guante para encontrar solución al Fraga.

Abanca sigue buscando una solución para el Teatro Fraga, pero todavía no ha encontrado cómo hacerlo rentable. Así lo admitió ayer en Vigo el presidente de la entidad, Juan Carlos Escotet, en una rueda de prensa de presentación de los resultados semestrales de la entidad. Hace un año el propio Escotet lanzó un reto a los empresarios y las administraciones de Vigo, en una comida en el Círculo de Empresarios, para abrir un concurso de ideas, pero no ha encontrado la solución, según desveló ayer.
"En lo personal es algo que me frustra, porque es un espacio que merece ser rehabilitado y estar otra vez en marcha, pero tiene que primar la sensatez y rentabilidad", señaló, y lamentó que hasta ahora no se ha hallado "la manera de hacerlo rentable".
A renglón seguido, recordó que esta edificación "en términos de urbanismo tiene una clarísima vocación y no se puede cambiar", ante lo que ha abogado por "buscar alguna alternativa o cambio a nivel de regulación para hacerlo rentable".
"Estamos abiertos a cualquier propuesta, pero ahora al no saber cómo rentabilizarlo, no es buena solución reabrirlo; trabajaremos a fondo para encontrar alternativa", aseguró.

siete millones
Abanca ya admitió hace tiempo que  tendría que gastarse unos siete millones de euros para poder completar la obra de restauración iniciada por Caixa Galicia antes de la fusión con Caixanova, y que entonces se paró, dejando a medias el ambicioso proyecto del arquitecto César Portela. 
El Fraga se iba a convertir en el nuevo centro cultural de Vigo, combinando teatro, salas de exposiciones y otras actividades. La mayor parte de la reforma está terminada, en especial la sala principal, pero el edificio está cerrado desde 2001: acaba de cumplir quince años.
El vicepresidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, propuso en mayo del año pasado abrir un concurso de ideas e invitó a la sociedad viguesa a pronunciarse al respecto “en un proyecto sostenible y de beneficios para la comunidad”. Más de un año después no hay una idea viable sobre la mesa, aunque Escotet aseguró ayer que siguen trabajando en el edificio que heredaron de las antiguas cajas de ahorros. 

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