El Satse realizó una encuesta nacional que revela el malestar de estas profesionales
El 70% de las enfermeras de Galicia sienten el síndrome del profesional “quemado” y ocho de cada diez padecen estrés debido a los recortes y al empeoramiento en sus condiciones de trabajo, con las consiguientes repercusiones en su salud y en la atención que prestan a los pacientes. Así se refleja en una encuesta de ámbito nacional realizada por el sindicato Satse entre febrero y marzo de este año (de 10.000 participantes, respondió un 20,2 por ciento). La responsable de este sindicato en Galicia, Carmen García Rivas, aseguró que los resultados en la Comunidad Autónoma son peores que en el resto de España. Los resultados se remitieron a distintos departamentos de la Consellería de Sanidad para que tome medidas. Según informaron, casi el 98% de los profesionales gallegos cree que sus condiciones de trabajo han empeorado (frente al 89% en España); el 81% dice sentirse estresados, y casi el 71% `quemados` (en España el 51%).
Como consecuencia de esos perjuicios, más del 85 por ciento de los profesionales de enfermería de Galicia afirma que la atención a los pacientes también ha empeorado. En esa línea, la gran mayoría declara no tener tiempo suficiente para atender a los pacientes como desearía (un 85,42 por ciento) y casi el 96 por ciento considera que se ha deteriorado el ambiente de trabajo. Según indicaron García Rivas y Judith Juncal, responsable de Salud Laboral del sindicato, esta encuesta refleja las consecuencias de los recortes, de plantillas insuficientes, de una gran movilidad de las enfermeras entre los diferentes servicios (para cubrir huecos "y no hacer nuevas contrataciones"), o de los perjuicios de la excesiva burocracia.
Judith Juncal lamentó que "la sensación de estrés es tremenda" y aumenta por la naturaleza del trabajo que desempeñan estos profesionales sanitarios. "Trabajamos con personas que ponen su salud en nuestras manos", apuntó y asegura que, en la actual situación, aumenta el número de errores y los accidentes laborales, poniéndose "en riesgo la seguridad del paciente".
Por ello, Carmen García Rivas solicitó a la Administración a adoptar "mecanismos para corregir" este escenario. Así, reclamó la convocatoria de OPE para "estabilizar" plantillas, aumentar el número de personal (estima que son necesarias unas 5.700 enfermeras más en Galicia), establecer la jornada de 35 horas semanales, o que se reconozca el tiempo de relevo de turno como tiempo de trabajo, entre otras acciones.
Asimismo, las responsables de Satse en Galicia aseguraron que la administración es conocedora de estos problemas, pero actúa con "criterios economicistas", pese a tratarse de un servicio básico como el sanitario. "La dirección conoce, pero no reconoce los problemas, porque supondría actuar, y eso cuesta dinero", concluyó.
