José Manuel Costas, principal acusado de la trama de facturas falsas, y su madre se enfrentan a penas de prisión e inhabilitación por construir en zona rústica protegida
nnn El dueño de Las 5 Jotas, José Manuel Costas, principal imputado en la trama de fraude fiscal mediante facturas falsas, regresó ayer al banquillo, en esta ocasión junto a su madre, ambos acusados de un presunto delito contra la ordenación del territorio por construir un asador en zona rústica de especial protección para las aguas.
El juicio, que iba a celebrarse ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo, quedó suspendido y pospuesto para octubre, ante la incomparecencia del representante de la Agencia de Protección de la Legalidad.
El fiscal solicita para Costas una pena de dos años y seis meses de prisión y una multa de 6.000 euros, así como otros dos años y seis meses de inhabilitación para ejercer cualquier profesión u oficio relacionado con la construcción y promoción inmobiliaria, mientras que a su madre, un año y seis meses de prisión un multa de 4.500 euros y un periodo de inhabilitación similar al del solicitado para el hijo.
Los hechos se remontan a 2011, cuando Costas, administrador único de Renovados de Las 5 Jotas y Sociedad Promotora de inversiones igonal XXI, así como estas dos sociedades y Aurora E. O, actuando de forma conjunta realizaron obras sobre tres parcelas catastratales colindantes, sobre la que existía una vivienda de unos diez años de antigüedad, todo ello con el fin de explotar un negocio de hostelería por parte de Renovados de Las 5 Jotas, dice el fiscal, en la avenida del Aeropuerto, en Candeán.
La acusación pública sostiene que todas las construcciones se realizaron sin obtener ningún tipo de licencia ni autorización urbanística y que el suelo en el que se asientan está clasificado en el PGOM como rústico de especial protección de aguas.
Costas sostiene por el contrario que lo único que se construyó fue una pérgola que se añadió al asador y que fue retirada tras la denuncia.
El dueño de Las 5 Jotas cuenta ya con una condena firme por la trama de facturas falsas, que le obligaría a entrar en prisión, pero aún no hay orden de ejecución.n
