vigo

33 imputados en la provincia por denunciar falsos delitos

En el cuartel de Baiona se han recibido varias denuncias.
photo_camera En el cuartel de Baiona se han recibido varias denuncias.

El robo de vehículos,  móviles y accidentes que nunca existieron son los más comunes

nnn  Los falsos delitos no dejan de proliferar. Desde el robo con violencia de un móvil de última generación, pasando por el asalto de una vivienda con ataque a sus moradores o la simulación de accidentes de tráfico para cobrar el seguro. Todo parece valer a la hora de "sacar una indemnización del seguro". Y es que la mayoría de estos delitos unen al de la falsa denuncia el de estafa. El año pasado  la Guardia Civil imputó a 61 personas, mientras que en los primeros seis meses de este fueron ya 31 los acusados. 
La mayoría de las denuncias son de robos violentos de móviles de última generación que, en realidad se le han estropeado o perdido al propietario, por lo que no están cubiertos por las garantías. El mismo sistema se emplea con los equipos informáticos. La Policía Nacional por su parte ha registrado un descenso de los casos, pasando de los 11 detenidos y 4 imputados en el 2013 a los dos registrados hasta el mes de mayo. 
Uno de los delitos falsos más comunes es el supuesto robo con fuerza de un vehículo, que supuso casi la mitad de los denunciados en los diferentes cuarteles de la Guardia Civil. Las historias son de lo más variopintas, desde el propietario de un coche que denuncia su robo después de haberlo vendido a un tercero, pasado por otro en el que unos individuos reciben una cantidad de dinero por un vehículo que intentan impedir que se lleve para, cuando lo hace, denunciarle por robo. 
En la Comisaría de la Policía Nacional  los casos más frecuentes son  la pérdida de móviles que son denunciados como robados y la solicitud  de otro aparato en sustitución del denunciado. Esto supone otro delito, que es el de estafa, que sumado al de falso delito puede llevar al infractor a tener que cumplir hasta dos años de condena. 
Otros casos, también bastante comunes, son las denuncias de robo con intimidación de carteras, de dinero a la salida de un cajero, etc. Estos casos se dan con cierta asiduidad, aunque, en cuanto se inician las investigaciones, la pericia policial desmonta la versión del denunciante. 
Las excusas son siempre muy parecidas. La supuesta víctima, narra un supuesto asalto por desconocidos. Esta situación, que está considerado como un delito grave, pone en marcha la investigación que siempre termina descubriendo que la historia está llena de lagunas y contradicciones. Lo más curioso de todo es que esta estratagema ha sido utilizada por todo tipo de personas, desde jóvenes, hombres que superaban los cincuenta, una mujer que superaba los setenta y hasta un abogado que había perdido su móvil y pretendía conseguir otro.
Una denuncia falsa hace que la maquinaria policial arranque en busca del delincuente, por lo que es muy posible que la persona denunciante sea llamada para identificar al posible ladrón, con la consiguiente perdida de tiempo y de dinero público. Al final, llega la imputación que en el caso de que vaya unida a el delito de estafa por haber cobrado un seguro, puede acarrear condenas con cárcel. n

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