Galicia

Vigo sale de la alerta por sequía y pasa a prealerta

El embalse de Eiras, con los desagües abiertos para mantener un nivel no superior al 81 por ciento.
photo_camera El embalse de Eiras

 La Oficina da Seca decidió mantener la prealerta en la cuenca de Vigo hasta alcanzar la plena normalidad de los recursos hídricos

Tras las lluvias de las últimas semanas, todas las zonas en las que se dividen las cuencas hidrográficas de Galicia han salido ya de la alerta por sequía y se encuentran en situación de prealerta, salvo las de los ríos Limia, Sil bajo y Cabe.

De ello han informado los responsables de Augas de Galicia (competente en la demarcación Galicia-Costa) y la Confederación Hidrográfica Miño Sil, al término de sendas reuniones de sus oficinas técnicas por la sequía. Estas volverán a reunirse dentro de un mes, aproximadamente.

Por una parte, en Galicia-Costa, donde 12 subsistemas se encontraban en prealerta y siete en alerta, todos pasan a la situación de prealerta, y los embalses se encuentran al 70% de su ocupación, en el 75% en el caso de los de abastecimiento.

En Miño Sil, las áreas del río Limia, Sil bajo y Cabe siguen en situación de alerta por sequía. Sin embargo, las dos relativas al Miño (alto y bajo) pasan a prealerta, mientras que el Sil alto continúa en este mismo escenario. En esta cuenca, los embalses están al 53,8% de su ocupación.

GALICIA-COSTA, "HACIA LA NORMALIDAD"

El director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, ha explicado tras la reunión de la oficina técnica de la sequía en la Consellería de Medio Ambiente que esta cuenca "avanza" hacia la normalidad pero "no está todavía" en ella, por lo que ha llamado a mantener un "uso responsable" y seguir las recomendaciones que se trasladaron en su día a los ayuntamientos.

Desde un punto de vista meteorológico, ha destacado que diciembre fue "húmedo" y enero "se ajustó" a la media en cuanto a precipitaciones, de modo que fue "lluvioso". Ambos meses "se comportaron de forma invernal, afortunadamente", según ha indicado, teniendo en cuenta el panorama de sequía que acumula la comunidad.

Para febrero, ha apuntado la previsión de que pasen "sucesivas borrascas" procedentes del Atlántico, dentro de la "normalidad" para este periodo, mientras que para saber estimaciones sobre lo que ocurrirá en marzo y abril, ya primavera, "habrá que esperar". Y a partir del momento en que esto se pueda conocer, la Xunta "valorará las condiciones para afrontar el verano", que Rodríguez ha señalado como "el siguiente hito".

En este escenario de avance "hacia la normalidad", los embalses en Galicia-Costa están al 70%, por encima del dato de estas fechas del año pasado. Es un 13% más que la media, pero un 13% menos que la media de los últimos cinco años, según las cifras que ha aportado el director de Augas.

En donde sí hay "normalidad total" es en los embalses de abastecimiento, con cuotas de ocupación "máxima" para la época, al 75%, en la media de los últimos cinco o diez años.

No ha sido alcanzada en cuanto a aguas subterráneas, que presentan una tendencia generalizada de mejoría, "más o menos lentamente", ni en lo relativo al caudal de los ríos, con una evolución de "mejora general", pero "también desigual". En este extremo, Rodríguez ha llamado la atención sobre que las lluvias de enero, que fueron "buenas", de "cierta intensidad", se concentraron en las mismas zonas.

DIFERENCIAS NORTE, SUR Y CENTRO

Así las cosas, en esta demarcación las cuencas del norte son las que registran mejoras "más significativas", aunque "no acabó la anormalidad", pero sus sistemas están "cerca" que, de confirmarse, sean "los primeros en volver a una situación normal".

Las cuencas del sur tienden a mejorar pero de forma desigual, y así el río Oitavén y el Verdugo están "cerca de la normalidad", pero otros como el Lagares y el Miñor van "más lentos".

En el centro, "hay una mejora", pero fue la zona donde "llovió con menos intensidad", por lo que la recuperación es "más lenta". "Nos preocupa especialmente el río Mendo, que está más alejado de la normalidad", ha expuesto Roberto Rodríguez, que también se refirió a otros "menores" como el Furelos, en "especial vigilancia". Al contrario, ha celebrado "mejoras significativas" por ejemplo en el Xallas y el Tambre.

LOS RÍOS EN MIÑO-SIL, UN 27% POR DEBAJO

Mientras, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil mantiene la situación de alerta por sequía en las cuencas de los ríos Cabe, Limia y en la zona inferior del río Sil.

Sin embargo, las últimas lluvias han permitido rebajar la alarma en los tramos superior e inferior del río Miño, que han pasado a situación de prealerta, la misma situación que se mantiene en la zona superior del río Sil (León).

El presidente de la confederación, Francisco Marín, ha informado este viernes tras la reunión de la oficina de la sequía de que a pesar de las lluvias de los últimos meses los ríos de la demarcación aún se encuentran un 27% por debajo de sus índices habituales.

En esta línea, ha destacado que desde el inicio del año hidrológico (el 1 de septiembre) solo en diciembre se superó la media habitual de lluvias (cayeron 213 litros por metro cuadrado, frente a los 162 de media) y que han caído 435 litros por metro cuadrado cuando "tendría que haber llovido 529".

Por este motivo, la oficina sólo ha podido rebajar el nivel de alerta en el Miño alto y el Miño bajo, gracias a las precipitaciones "que han sido mayores en la provincia de Lugo".

La alerta se mantiene en los cauces del río Cabe (Lugo), Sil inferior (río Bibei) y Limia. En este último caso la situación es especialmente alarmante al encontrarse un 40% por debajo de la media de los últimos 17 años.

Las lluvias han permitido que España haya podido cumplir con el compromiso de trasvase de aguas a Portugal, establecido por el convenio de Albufeira. En los cinco primeros meses del año hidrológico se han transvasado 1.475 hectómetros cúbicos, más de la mitad de los 3.700 hectómetros cúbicos establecidos por año.

Marín también ha explicado que los embalses de la demarcación se encuentran a un 53,87% de su capacidad, 2,87 puntos por debajo de los índices medios.

ADVERTENCIAS, PERO SIN RESTRICCIONES

Según ha dicho, los pronósticos para los próximos meses hablan de que se va a mantener y acentuar la situación de sequía. Así, Marín ha destacado que las predicciones de la Aemet pronostica unos meses de marzo y abril más secos.

También son negativas las previsiones de la agencia americana, que señalan que febrero "será más húmedo de lo habitual", pero que los siguientes meses "serán más secos".

A pesar de este panorama, Marín ha explicado que "no habrá restricciones" en las grandes ciudades, y que la única posibilidad de un recorte de suministros se reduce a la comunidad de regantes de Monforte de Lemos (Lugo).

En la actualidad, los embalses que suministran agua a esta zona se encuentran en un 31% de su capacidad, por lo que en caso de que no haya precipitaciones "es posible que no haya agua para regadío, aunque está garantizado el caudal ecológico; así como el suministro a Monforte y Bóveda".

A pesar de la mejora temporal de la situación de los cauces, también la confederación Miño Sil ha instado a ciudadanos y ayuntamientos a "mantener" las políticas para el ahorro de agua.

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