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Cuatro ‘sillas anfibio’ estarán disponibles en Samil y O Vao

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photo_camera En ediciones pasadas, una sola silla facilitó más de 600 baños por verano.

El servicio estará operativo de de 11 a 14 horas y de 16 a 20 horas solicitándolo por teléfono o en la propia playa

La playas viguesas ya son más accesibles. El Concello firmó ayer el convenio por el que cuatro sillas anfibios, dos en O Vao y otras dos en Samil, estarán disponibles para los usuarios con movilidad reducida que quieran darse un baño.


El servicio comenzó a funcionar en 2001, pero tan solo contaba con una silla que se alternaba entre los dos arenales, por lo que el aumento de los vehículos especiales ha sido acogido con satisfacción por los colectivos.


Así, en ediciones pasadas, con una sola silla, se superaron los 250 usuarios y se dieron más de 600 baños y 400 duchas por temporada. La media de traslados que se realizan por día se sitúan entre los tres y cuatro. A esta demanda ordinaria hay que sumar la de los campamentos para personas con discapacidad, ‘Divírtete no verán’ y ‘Verán de lecer’ que tienen lugar en el Verbum y en  el centro de educación especial San Francisco, en Coia.


El uso que colectivos y particulares hacen de este servicio, provocó el año pasado protestas ante la poca disponibilidad de la única silla anfibio en servicio, que se repartía entre los playistas de O Vao y de Samil.


Este traslado especial, que contará con un presupuesto de 43.000 euros,  se encuentra incluido en la adjudicación de Socorrismo y Salvamento que fue otorgado a Emsebur en 2016, verano en el que se produjeron los cambios y cierta descoordinación inicial en la prestación, hasta el momento llevada a cabo por Cruz Roja. La utilización de las sillas anfibios incluye el acompañamiento de técnicos especializados.


Este incremento en la dotación de la accesibilidad a las playas se suma otras iniciativas para eliminar barreras en el tiempo de ocio como la llevada a cabo por el programa “Camiño a Camiño”. Así, en esta edición las rutas de senderismo estrenaron tres sillas adaptadas al monte. Valorada cada una en 3.500 euros, posibilitan que personas con poca movilidad también disfruten de excursiones. Requiere de dos porteadores, función que cumplen los jugadores y jugadoras del Vigo Rugby Club.

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