ATAQUE INCENDIARIO

‘Las llamas llegaron a 30 metros de casa, pasé miedo’

Rodrigo Comesaña, a la derecha, conversa con Iago sobre la situación en que quedó A Sobreira.
photo_camera Rodrigo Comesaña, a la derecha, conversa con Iago sobre la situación en que quedó A Sobreira.

En A Sobreira, Valadares, Rodrigo Comesaña contó con la ayuda de sus vecinos para mantener el fuego a raya

Con el fuego aún chispeando en distintos puntos y el terreno desprendiendo humo, Rodrigo Comesaña comprobó ayer la situación del monte que ardió frente a su vivienda, al otro lado de la carretera. “No recuerdo nada así desde hace 25 años en que se quemó el Alba; ayer las llamas llegaron a 30 metros de casa; pasé miedo, porque eran más altas que los árboles; no prendió porque todos los vecinos me ayudaron a echar cubos de agua por todas partes”, apuntó Comesaña. Hasta pasada la medianoche, cerca de cincuenta vecinos hicieron guardia por si retomaba. Comesaña confesó no haber recuperado aún la tranquilidad; no dejaba de ver el monte una y otra vez para cerciorarse de que no se reanimaba el fuego. 
En su paseo por los montes dA Sobreira, coincidió con Iago, un brigadista de Vigo que hasta quince días estaba activo en Lugo. “Vengo a ver cómo quedó todo”. Afirmó que no le cogió por sorpresa los incendios porque todo estaba muy quemado, pero reconoció que “no esperaba que fuera tanto, hubo mala suerte porque coincidió con un clima propicio”. Como profesional, consideró que una buena medida preventiva sería el trabajo forestal a lo largo de todo el año. 
Cuestionado por este periódico sobre la teoría de que el fuego atravesase el Miño, respondió que “puede ser, aunque es algo muy difícil”.

Telmo Alonso 

Vecino de A Fraga, salvó su casa del fuego

“Me tocó la lotería, pues el fuego llegó a pasarme por encima”

Telmo Alonso muestra el terreno quemado pegado a su casa.

Telmo Alonso permaneció toda la noche junto a su casa, rodeada de árboles, para evitar que ardiese. “Los bomberos no llegaron aquí, sabía que si no me quedaba lo perdía todo y aquí está mi vida”.  Al final de la tarde fue desalojado con su mujer, Marisa Picher, sus dos hijos y sus nietos. Picher y uno de los pequeños fueron ingresados por inhalación de humo. Aún así Telmo regresó y con ayuda de siete vecinos le plantó cara al fuego. “Cortamos algunos árboles para evitar que saltasen las llamas a la casa, pero lo que realmente me preocupaba era la parte de abajo, la piedra no arde, pero si el fuego alcanzaba las persianas, estallarían las ventanas y ya tenía perdida mi casa”. Con una manguera, pegado a la pared, y cubos de agua, frenó el incendio, auxiliado por familias amigas hasta que sus colaboradores tuvieron que salir a salvar sus propias viviendas. “Me tocó la lotería, pues el fuego llegó a pasarme por encima”. Ayer lo peor ya había pasado. Con casi todos los suyos de regreso, tocaba empezar a limpiar y eliminar los restos de una noche muy larga.

Isaura Martínez

Vecina de A Fraga, en Vincios, durmió en su casa

“Nunca me vi en una igual, por la tarde era imposible respirar”

Isaura Martínez, en su casa.

 Isaura Martínez baldeaba ayer al mediodía la entrada a su domicilio en A Fraga para eliminar la ceniza que no dejaba de llegar del monte. “Aún no he abierto las ventanas porque continúa el olor a quemado; hubo tanto humo que por tarde era imposible respirar; nunca me vi en una igual”, reconoció. La situación se hizo tan insoportable que se marcharon, pero regresaron por la noche: “Estuvieron actuando los bomberos, fue tremendo, quedó todo quemado alrededor”, dijo.

María José Gil

Vecina de A Fraga, su familia fue desalojada

“Mi hermana y mi hija tardaron horas en poder volver a casa”

María José Gil, ayer, en el Costiña.

 “Fue una noche de mucha tensión, por suerte ahora está todo controlado”, apuntó María José Gil. Vive en A Fraga y todas las casas de su zona fueron desalojadas por los bomberos. “Mi hermana y mi hija tardaron horas en poder volver, estaban muy nerviosas, no paraban de llorar; estuvieron esperando con otros vecinos en la puerta de bar (Costiña) hasta que les permitieron el paso”. Aseguró que el fuego lo rodeaba todo, “estaba en el monte y quedó a unos metros escasos”.

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