Existe una gran demanda entre los jóvenes por estudiar inglés en el país nativo.
Los conocimientos que implica viajar a un país extranjero van más allá de adquirir la perfección en el lenguaje. Las maletas vuelven repletas de amistades, de cultura y de experiencias que permiten el crecimiento personal.
Según la escuela internacional, Sprachcaffe, "tener otro idioma además del tuyo materno es cada vez más necesario si quieres tener un puesto de trabajo de nivel medio, ya que casi todas las grandes empresas lo piden y la mayoría de las PYMEs también están pidiéndolo".
Siempre hay un gran problema: la falta de dinero, pero si se buscan los recursos adecuados, todo es posible. El desplazamiento suele ser lo más costoso si se viaja en avión y a grandes ciudades como Londres, pero el truco está en comprarlos con dos semanas de antelación, y así el ahorro puede llegar al 50%.
La residencia también es un algoritmo difícil de calcular. Para los más atrevidos, hospedarse en una casa ajena de froma gratuita realizando el "couchsurfing" es la opción perfecta. También un bungaloo o una tienda de campaña es una buena solución y una aventura por descubrir.
La tarjeta de crédito y el móvil déjalo en España, la comida prepárala en casa y las salidas nocturnas que vayan acompañadas de agua. Cambia el dinero justo antes de emprender el viaje y haz una cuenta donde detalles los posibles gastos. Si fumas llévate unos cuántos paquetes, y si no te caben en la maleta, dale un respiro a tus pulmones.
Las academias déjalas para otra ocasión que el bolsillo esté lleno y ahora puedes buscar nuevos amigos y así practicar el idioma. Con esto, él puede acogerte en su casa o facilitarte estrategias para seguir el viaje.
Por último, hay webs como civitates.com, skyscanner.com o travelzoo.com de referencia obligada para viajeros. n
