PSICOLOGÍA

Todo un reto: ser optimista en tiempos de crisis

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Amor, dinero y salud, posiblemente los tres deseos más veces pensados y pronunciados en el mundo. Pero... ¿Qué pasa cuando uno falla? ¿y sin fallan todos? 

Corren tiempos difíciles para todos, de hecho, estamos en un momento de la vida donde los problemas parecen acumularse a pasos agigantados.Tal magnitud de preocupaciones logran muchas veces ocultar esos pequeños detalles que hacen que cada día merezca la pena. Todos tenemos unas metas y unos objetivos que nos impulsan a levantarnos cada mañana. Ser optimista de cara al futuro, reírte de los problemas que a veces engrandecemos y confiar en uno mismo son las claves para lograr la ansiada felicidad. Recuerda:

Todo tiene su lado bueno: el refrán "no hay mal que por bien no venga" es una muy buena frase a repetir en esos momentos en los que algo nos sale mal. De todo se aprende, y precisamente, a veces es necesario un error para darse cuenta del buen camino. Por ello, no debemos lamentarnos de los fallos, sino considerarlos una lección de vida.

No hay nada sin solución: un problema es tan grande como se lo permitamos ser. Frustrase, tirar la toalla, lamentarse... son las opciones fáciles, pero este camino solo lo eligen los cobardes. La gran mayoría de veces la solución está en uno mismo, pero hay que saber verla y, por supuesto, tendremos que hacer uso de toda nuestra energía. Las grandes cosas son las que más esfuerzo requieren, pero merece la pena.

Confía en ti: a lo largo de la vida todos nos hemos llevado sorpresas amargas de parte de personas que eran de confianza; pero el que nunca te fallará eres tu mismo. Fortalece tu autoestima, ten fe en todo lo que eres capaz de conseguir y ten por seguro que llegarás a donde quieras. Los miedos y las inseguridades no son más que trabas en nuestro camino. Olvídalas y recuérdate a ti mismo todo lo que has conseguido y lo que te queda por alcanzar. Quererse a uno mismo reduce los problemas al mínimo, porque estás seguro de que hallarás muy pronto la solución.

Atraemos lo que pensamos: una actitud pesimista no hará más que incrementar nuestros problemas. Encara las dificultades con optimismo y tendrás media batalla ganada. Piensa que nunca hay nada tan terrible, aprende a disfrutar de lo bueno y no tengas tanto en cuenta lo malo y verás como te das cuenta de que tienes millones de motivos para considerar que eres feliz. En valorar lo que se tiene, y en luchar con ganas por lo que se quiere, está la clave.

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