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‘En Semana Santa la gente baja la guardia y se quema con el sol’

Ander Zulaica es jefe del servicio de Dermatología del Chuvi.
photo_camera Ander Zulaica es jefe del servicio de Dermatología del Chuvi.

El dermatólogo Ander Zulaica advierte que en esta época del año ya hay que protegerse

Los servicios de Urgencias suelen atender quemaduras solares en Semana Santa porque la gente piensa que sol no es tan potente en estas fechas y baja la guardia. “En esta época del año ya tenemos una cantidad de rayos ultravioleta suficiente como para que nos tengamos que proteger y encima estamos muy blancos después de meses de encierro. La piel está desprotegida porque la melanina que vamos recibiendo a medida que nos da el sol nos confiere cierta protección”. Esto afirma el jefe de Dermatología del Complejo Hospitalario de Vigo, Ander Zulaica, que ofrece hoy en el Xeral una sesión informativa para profesionales sanitarios. Advierte que en Galicia el índice ultravioleta es igual que en Sevilla (la latitud varía poco), aunque en esta época del año todavía no es muy alto, y que aquí el aire es fresco y la gente busca más el sol con lo que se quema sin darse cuenta. La primera recomendación es tener sentido común y tomar precauciones cuando vamos a pasar horas al sol. “La piel tiene memoria, el daño solar se acumula a lo largo de la vida, va dejando una huella”, señala. ¿Qué cabe esperar si nos protegemos? “Con 40, 50 o 60 años tu piel tendrá manchas, estará más arrugada y amarillenta, un envejecimiento cutáneo. Y a partir de los 60 o 65 años podrán aparecer lesiones precancerosas que pueden derivar en un tumor. La gente joven no lo nota, pero el  problema viene después”. Para evitar problemas son imprescindibles las cremas solares, nunca por debajo de un factor 15 o 20 y que debe se acorde al  fototipo de cada uno (en España es frecuente el tipo III y son personas que cogen color con facilidad y no suelen quemarse, y el tipo II que tiene piel clara y ojos claros se queman fácil y les cuesta el bronceado). Los muy morenos deben protegerse porque “la melanina nos protege de los ultravioleta B, pero no de os ultravioleta A que producen el fotoenvejecimiento, las arrugas, las manchas y también el cáncer de piel”. Aplicando el sentido común, también se deben utilizar gorros, sombrillas o camisetas en exposiciones prolongadas. “Cinco horas debajo de la sombrilla equivale a lo mejor a una hora al aire libre pero también entra luz y la luz rebotada de la arena”, explica. Un cuidado especial merecen los menores de 3 años con una piel más frágil y repercusiones importantes de cara al futuro. A pesar de esto, Ander Zulaica afirma que no debemos demonizar al sol porque es beneficioso desde un punto de vista psicológico y para la síntesis de la vitamina D, aunque realmente llega con unos minutos de radiación ultravioleta. Es más necesario en personas más morenas: en países con poco sol el pigmento natural de esas personas impide que penetren los rayos ultravioletas y disminuye la capacidad de síntesis de vitamina D. Existe una teoría por la cual la raza blanca, los primeros habitantes de Europa que vinieron de África, perdieron color para favorecer la síntesis de vitamina D”. En países como Australia, el cáncer de piel es alto porque la población es anglosajona. n

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