Rafa Centeno entró a trabajar en el año 2001 en el restaurante Maruja Limón para ayudar en la cocina. La conocida revelación que sufrió por el mundo gastronómico le llevó a lograr su primera estrella Michelín hace ahora seis años.Ayer renovó el galardón.
¿Cómo siente la renovación?
Todo el equipo está encantado, no solo yo. Hemos sido todos los que hemos conseguido renovar la estrella. La verdad es que estamos con mucha ilusión y con ganas de seguir haciendo las cosas bien.
Habla de equipo, ¿cuántas personas son ahora?
En la cocina somos ahora mismo siete personas y en sala, cuatro.
En el 2015 cambió de local el Maruja Limón a Montero Ríos. ¿Cómo funciona ahora?
Cada vez va mejor, en la nueva ubicación nos hemos adaptado al nuevo mercado, a lo que demanda la gente. Nos hemos acercado a todos los bolsillos. El restaurante es más fresco, en el sentido que la gente que venga a comer al restaurante se divierta. Lo primero es que la gente se encuentre cómoda y a gusto y después haremos lo posible por darles de comer lo mejor que podemos y sabemos.
El 2017 está a punto de empezar, ¿algún proyecto nuevo?
Tenemos un proyecto en mente para hacer dentro de la ciudad y que va a ser un brazo del Maruja, pero ya no dentro de este local.
Estaremos atentos...
A ver, a ver... yo creo que va a cuajar, estamos a punto de cerrarlo. El restaurante está pasando por ese momento de saber lo que queremos ser. Nos encontramos más cómodos y eso nos deja más tiempo para pensar en hacer nuevas cosas.
Y... ¿ la segunda estrella Michelín?
A cualquier cocinero que le preguntes te dirá que claro que sí la quiere, siempre y cuando no pese sobre tus hombros. Trabajamos para que la gente coma bien en el restaurante y se sienta a gusto. Intentamos transmitir nuestra pasión a través de los platos sin ánimo de ir a por una segunda estrella.n
