Compartir casa con caimanes, tarántulas y otros 400 animales

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photo_camera Phillipe Guillet

Phillipe Guillet comparte su casa con unos 400 animales, abandonados o donados, que van desde una tortuga a un caimán

 

Caimanes, tarántulas o serpientes son los "peculiares" compañeros de piso de Philippe Guillet, un francés de 67 años vecino de Couëron. Guillet ha reunido durante las últimas décadas hasta un total de 400 especímenes diferentes.

Muchos de ellos son mascotas abandonadas o incluso donadas, como una cobra o una tortuga de 50 kg. Los centenares de animales, a los que Guiller cuida y alimenta, cuentan con los permisos en regla para transportarlos si surgiera la necesidad. Aunque afirma que los animales más peligrosos están encerrados, Guiller reconoce que duerme con uno de sus caimanes.

El amor de Guillet hacia los animales va más allá de compartir techo con ellos: es el fundador de la asociación 'Inf-Fauné', cuyo objetivo es precisamente "desmitificar las leyendas" en torno a este tipo de fauna, "habitualmente poco desconocida y a menudo despreciada". Con su asociación, el vecino de Couëron se dedica a organizar espectáculos itinerantes con ellos en colegios, centros comerciales, etc. para dar a conocer las bondades de estas especies.

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