SEMANA SANTA

Un “chelista reinvidicativo” celebra una década de monas en El Trigal

Trabajadoras de El Trigal posan con la mona de Pascua.
photo_camera Trabajadoras de El Trigal posan con la mona de Pascua.

La mona de El Trigal ya se ha convertido ya en un clásico de la Semana Santa viguesa después de una década. Como cada año, la pastelería, situada en Balaídos (Alexandre Bóveda, 1) exhibe una escultura de chocolate de tamaño real que el domingo de Pascua reparte entre sus clientes.


En esta ocasión, el tema que inspiró al maestro pastelero Jesús Veiga fue una escultura de un chelista que encontró en las redes sociales. Sin conocer el autor original del diseño, Veiga quedó prendando por el vació escultórico con el que juega el conjunto. “La suspensión de las manos en el aire supuso un reto para él”, apuntan desde la pastelería. Así, durante tres días y dos noches, con apenas descanso, el maestro pastelero elaboró con 80 kilos de chocolate de cacao puro un violonchelo tocado por un intérprete tan solo insinuado por el rostro y las manos. La elección del tema también responde a un motivo reivindicativa, tal y como señalan desde el local: “Es  una pequeña denuncia ante los recortes que está sufriendo la cultura”.
El domingo 20 se romperá a las 8 horas para repartirse entre los clientes. Pese a lo temprano de la cita, el acto cuenta con incondicionales que quieren testimoniar el simbólico despiece.

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