Las tradiciones van cambiando y se renuevan con el paso del tiempo, y la Navidad no es ajena a esos cambios.
Por eso, en los días más emblemáticos de estas fiestas, la tradicional cena de Nochebuena asociada al hogar y a la familia, está cambiando y cada ves son más los que deciden celebrarla fuera de casa adoptando una moda europea, que desde hace años llena los destinos de glamour del viejo continente y que poco a poco ha ido implantándose en España y Galicia.
De hecho, la Villa Termal de Mondariz, tiene este año el mismo número de reservas tanto para Nochebuena y Navidad como para el Cotillón de Fin de Año. Y mientras el año pasado, las reservas para pasar esas noches fuera de casa aumentaron un 67%, esta Navidad se alcanza ya un 98% de incremento. Con más de 300 comensales en cada cita. Una tendencia, que el chef del Balneario de Mondariz, Manuel Cuntín, basa en la importancia de la nueva cocina que sorprende a partir de platos tradicionales, pavo, cordero, mero y besugo; en el buen hacer en los fogones, en la combinación de materias, y en la calidad de los productos de huerta. “Nosotros cuidamos nuestros platos desde la elaboración de menús equilibrados y nombres que describen perfectamente lo que se puede encontrar y disfrutar”. Y también influye el hecho de que en los Balnearios hay cabida para familias completas combinando actividades, ocio termal y gastronomía para abuelos, padres y niños.