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Una baldosa hará de Vigo una urbe inteligente

Más de 30 empresas mostraron sus avances en el Auditorio.
photo_camera Más de 30 empresas mostraron sus avances en el Auditorio.

Ahorro energético y gestión por internet, claves de las Smart Cities

nnn Servicios más eficientes y más baratos son los objetivos que busca la ciudad del futuro, que además debe ser agradable y cómoda para el residente. Con este reto se celebraron durante dos días las jornadas “Smart Cities & Comunities”, organizada por el Colegio de Ingenieros Industriales con la Universidade de Vigo y que ayer se clausuraron en el Auditorio de Beiramar.
Vigo ya da los primeros pasos  en movilidad para ser considerada ciudad inteligente. Así, Diego Casas Iglesias, director técnico del mantenimiento de la Red Semáforica de Vigo con Esycsa, anunció que el futuro de la gestión de la movilidad local está en la baldosa piezo- eléctrica: “Es un proyecto en el que trabaja la Universidad, que al ser pisada genera una energía que envía información al semáforo sobre el número de peatones que esperan para cruzar, optimizando los recursos”. La baldosa completará las últimas incorporaciones de semáforos inteligentes ya operativos en las calles viguesas, que solo accionan la señal sonora para invidentes cuando esta es activada a través de un teléfono móvil.  La información a tiempo real accesible desde cualquier lugar es otro de los objetivos que se persigue en la gestión del tráfico. En este campo se está trabajando con la tecnología cooperativa que contribuirá a hacer más fluido el tránsito, indicando la densidad de vehículos o el tiempo de espera previsto en las intersecciones. 
A falta de metro ligero, en Vigo se fomentará la eficacia del autobús como transporte urbano. Así, se estudia programar las señalización lumínica para dar prioridad de paso al vehículo colectivo.
La red de cámaras (40 exteriores y 40 en túneles) ya ofrecen el control centralizado que exige una Smart City. Las situadas en los túneles vigueses están programadas para detectar incidencias como accidentes, detenciones o el acceso de peatones.
El municipio vigués también presumió en las “Smart Cities & Communities” de reducir los consumos de agua y electricidad. José María Ardoy Carrillo, director de Agualia Vigo aseguró que “se logró reducir un 10% el agua suministrada a la red al aplicar la vanguardia de la tecnología en la gestión de abastecimiento”. Se instalaron contadores inteligentes que permiten un estudio detallado del consumo, se redujo la presión nocturna para evitar roturas y se analiza las redes para prelocalizar fugas, entre otras acciones.
En el red de iluminación pública se aplicaron medidas de ahorro desde 2002. La concesionaria, Imesapi, estableció un callejero de luz, reduciendo las potencia en los viales donde ésta era excesiva. El siguiente paso será la sustitución de las luminarias por bombillas Led en las más de 40.000 farolas que iluminan Vigo. Se ahorraría un 60%.
En las jornadas de ayer también se abordó las medidas a tomar individualmente. Así, la Universidad presentó su Cátedra Telefónica. Este año puso en marcha el proyecto Enerdomus, a través del que se estudian los hábitos de consumo en quince domicilios. Con los datos recogidos se elaborarán guías para lograr una mayor eficacia energética.
En esta misma línea se sitúa el programa “Renovar é aforrar”, un programa dirigido a las comunidades de vecinos. Gas Natural Fenosa, en colaboración con el Concello, hace de forma gratuita un Plan de Ahorro Energético para el edificio y da las pautas que pueden suponer un ahorro medio del 70% en luz, el 36% en calefacción, el 60% de agua caliente y un 70% en climatización.
El reciclaje en Vigo también se apunta a los nuevos usos. Desde la Fundación Ecolum premian la gestión sostenible de los pequeños electrodomésticos, favoreciendo la  reutilización de sus piezas. Con un contenedor inteligente situado en el campus, solo abre las compuertas con el carné de usuario, el cual será  bonificado por cada depósito que se realice.n

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