Sociedad

Las viviendas vacías en el rural se duplican en Ourense

Una casa a la venta en la localidad de Viladerrei, en Trasmiras.
photo_camera Una casa a la venta en la localidad de Viladerrei, en Trasmiras.

Las agencias inmobiliarias detectan un aumento del interés por desprenderse de estos inmuebles

nnn En la última década se ha duplicado el número de viviendas vacías existentes en los municipios de la provincia de Ourense, pasando de las 21.407 registradas en el periodo 2001/02 a las 41.375 de este año -según datos del Instituto Galego de Estadística-. Son datos referidos a toda la provincia, exceptuando el parque de viviendas correspondiente al municipio de Ourense, que en el 2001 tenía 13.196 viviendas vacías.
Desde la Federación de Empresas Inmobiliarias de Galicia (Fegein) están constatando un creciente interés, sobre todo en los últimos dos años de las personas que se fueron a la emigración por deprenderse de sus casas, fincas y solares en el rural. Esto se debe, no tanto al efecto de la crisis, como al hecho de que "muchos de esos emigrantes que se fueron al País Vasco, Cataluña, Madrid... han fallecido o su avanzada edad deriva en están ingresados en residencias o viven ya con sus hijos en esos nuevos puntos de residencia y ya no hacen uso de estas propiedades", según explica el presidente de Fegein, Benito Iglesias, y eso se traduce en que esas viviendas o bienes que tenían en sus pueblos de origen, les suponen una serie de gastos a los propietarios o herederos, por lo cual los ponen a la venta para que les origine un beneficio y no un gasto.
Es un síntoma más de ese abandono del rural que está afectando de forma tan importante a la provincia de Ourense y que es más evidente a medida que las poblaciones se van alejando de la capital. De hecho, según señalan desde Fegein, "este aumento de casas y fincas en venta es bastante menos evidente en localidades como Barbadás, San Cibrao das Viñas o Pereiro de Aguiar, que están más próximas a la ciudad".
La segunda generación de esa población emigrante tiene que hacer frente al pago del gasto corriente de esos inmuebles o fincas vacíos -los mínimos de luz o agua-, además de la contribución y, en algunos casos, la limpieza del entorno de las casas a que obligan los concellos; todo eso lleva a que se decidan a poner el cartel de "se vende".
Por otra parte, con la reforma fiscal del Gobierno, son muchos los propietarios que quieren acelerar ese proceso de venta, puesto que a partir de enero de 2015 se gravará toda la plusvalía obtenida por la venta de un inmueble, ya que el Gobierno ha eliminado las correcciones por inflación.
El presidente de Fegein pone como ejemplo un contribuyente que haya adquirido un piso en 1976 por dos millones de pesetas (12.020 euros) y ahora decide venderlo y le ofrecen 220.000 euros. "Con la ley vigente, el vendedor pagará 10.869 euros en el IRPF por la ganancia patrimonial. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2015, el coste fiscal para el ejemplo supuesto se eleva a 43.995 euros", explica.
Para Benito Iglesias, potenciar las capitalidades y las parroquias o núcleos más significativos de los ayuntamientos con baja densidad demográfica puede ser una de las soluciones a esa dinámica de abandono del rural, "potenciando así, y aglutinando en dicha capitalidad, los diferentes servicios que la sociedad actual demanda", señala.n

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