verano

Planificar la vuelta y primer día light, claves para volver

Muchos acaban estos días sus vacaciones y se reincorporan al trabajo.
photo_camera Muchos acaban estos días sus vacaciones y se reincorporan al trabajo.

El síndrome o depresión postvacacional es pasajero. En cuanto se esté situado en la rutina, los síntomas desaparecen 

nnn Las vacaciones de verano ayudan a recuperar la energía, liberar el estrés, mejorar la salud y el bienestar; y optimizar las relaciones personales. Sin embargo, no son infinitas. La vuelta al trabajo puede desembocar en el llamado ‘síndrome o depresión postvacacional’.
La situación personal y el entorno de trabajo son los factores más decisivos a la hora de sufrir estos síntomas. “Aquellas personas con menor resistencia a la frustración, que conciben su entorno laboral como algo desagradable o que no les motiva su trabajo, son más propensas a sufrirlo”, afirma Vicente Gil, director médico de Cigna, especialista en seguros de salud.
“La vuelta a la rutina requiere de un proceso adaptativo que todo trabajador ha de superar. De no ser así, pueden surgir verdaderos cuadros de estrés agudo con las respectivas manifestaciones emocionales y físicas que lo caracterizan”, según este experto. Además, Gil también destaca la necesidad de que las empresas ofrezcan apoyo a los trabajadores en estos casos. De hecho, según explica, “cada vez más entidades se preocupan por el estado en el que vuelven sus trabajadores después de este periodo de descanso y hacen uso de este tipo de apoyo organizando actividades empresariales, intentando mantener en alza la motivación y productividad de los trabajadores o prestando ayuda profesional”.
Hay medidas para prevenir o combatir el síndrome postvacacional: 
3  No cargarse de trabajo el primer día. Hay que tomarse tiempo para ponerse al día de lo que se dejó pendiente. 
3 Planificar actividades de ocio. Retomar el contacto con los amigos y familiares a los que no se ha visto durante la época de descanso puede ayudar en la adaptación. También organizar actividades de ocio y no dedicarse exclusivamente al trabajo. 
3 Mejorar aquello que no nos guste en el trabajo. La reincorporación puede servir como un punto de inflexión para establecer una serie de “propósitos” que ayuden a mejorar aquello que no sea de nuestro agrado.
3 Buena alimentación y practicar deporte. Son dos aspectos imprescindibles a la hora de volver al trabajo en septiembre. Se debe moderar, sobre todo, el consumo de alcohol y cafeína, ya que pueden agravar los síntomas de apatía, depresión y estrés. El deporte, por su parte, hace que se liberen endorfinas. 
3 Dejar los deberes hechos antes de nuestra marcha. No sólo para contribuir a una vuelta más efectiva, también para evitar molestias durante nuestra ausencia.
3 No cogerse periodos vacacionales muy largos. Es preferible dividirlos a lo largo del verano para que la vuelta sea menos abrupta y planificar las vacaciones teniendo en cuenta el flujo de trabajo de la oficina y los días libres de los clientes para no encontrarnos sorpresas a la vuelta.
3 Disfrutar al máximo las vacaciones. Viene bien tenerlo todo bien planeado, pero también es conveniente realizar actividades no programadas.
3 Planificar el regreso con tiempo. No se debe cometer el error de volver de vacaciones el día de antes. Es recomendable incorporarse al trabajo, al menos, un par de días después de regresar de viaje para que dé tiempo a retomar rutinas.
3 Tomarse la vuelta con filosofía. Concebir el retorno a la rutina laboral como algo negativo, sacrificado u obligado es el primer error. Es necesario ver el trabajo como algo positivo.
No obstante, el ‘síndrome o depresión postvacacional’ es pasajero. n

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