Un paisaje extraordinario y la férrea voluntad de erigir una estructura magnífica. Casi un milenio de historia en una edificación que pervive, en palabras de sus moradores, por la mayor de las fuerzas que guían: el amor.
Se dice que Alfonso IX, único rey que visita el Monasterio de Oseira, en un alarde sin duda de escasa visión de futuro lo define como 'lugar horrible', en virtud de su inaccesibilidad y agreste emplazamiento. Siglos mas tarde, constatamos ostensiblemente su errada aserción: Oseira se encuentra en una zona repleta de parajes increíbles, con una accesibilidad razonablemente acondicionada, y es atendida de un modo magnífico por sus moradores. Un lujo ourensano capaz de competir con otros referentes similares, y que es denominado en algunas ocasiones, 'el Escorial Gallego'
arquitectura incomparable
Fray Luis de Oseira, el Hermano Luis, que hace de magnífico guía para las cámaras del programa "Callejeando", contravendría este típico lugar común: "El monasterio titulado el Escorial de Galicia es mucho mas interesante que el Escorial de Madrid, mucho más. El Escorial de Madrid es un edificio monorrítmico, monoestilístico; mientras que este edificio -se refiere a Oseira- tiene un abanico de estilos del XII al XVI, XVII".
El hermano Luis conoce a la perfección y como nadie los secretos tanto históricos como estilísticos que atesora el Monasterio de Oseira, un 'monstruo arquitectónico', como le llega a definir, que encierra tendencias, historia y misticismo de un modo incomparable en sus múltiples estancias y materiales. Él nos hace un recorrido que, según sus palabras, se define como orgánico, pues se orquesta por los principales pilares cronológicos sobre los que se asienta el Monasterio.
Cada paso que el visitante da dentro de las inmensas bóvedas, las magníficas estancias, labradas en la mas noble piedra, resulta una afirmación en el convencimiento de que se esta ante una obra de dimensiones solo comparables a la imaginación y la voluntad de los responsables de erigir semejante y colosal pieza de arquitectura.
Visto de un modo aislado, puede parecer una singularidad erigida en medio de un paisaje y unos accidentes geográficos especiales. No obstante, dos precisiones iniciales merecen ser recalcadas: en primer lugar, la edificación se enmarca dentro de un eje constructivo que se encuentra en sintonía con otras construcciones de carácter religioso contemporáneas: la Catedral de Santiago y la propia Catedral de Ourense.
En segundo lugar, este carácter agreste y alejado, perceptible aún hoy en día, consiste una de las principales búsquedas. El hermano Luis puntualiza: "El objetivo era evitar las cortes que pasaban de tránsito, como invitados a los monasterios, y que generaban una cantidad enorme de problemas como genera hoy cualquier tipo de evento de carácter nacional que se hace en el Monasterio".
un plató de lujo y discreto
A comienzos de este año, el reconocido artista Alejandro Sanz convirtió los increíbles parajes y estancias del Monasterio en un set de grabación para una de sus mas recientes piezas musicales. Completamente en las antípodas en cuanto a ritmos vitales, la comunidad de monjes vivió con absoluta y resuelta discreción las jornadas de trabajo del equipo audiovisual.
El hemano Luis reconoce que el impacto mediático y de promoción es realmente importante. A los datos se refiere: la cifra de visitas se cita en torno al millón con motivo de la noticia. Afortunadamente, se trata tan solo de visitas virtuales; gestionar tal aluvión supondría entrar en un caos vital dentro del remanso de paz que el Monasterio supone.
No obstante, la repercusión de esta jornada mediática para la comunidad fue escasa, debido al rigor que los habitantes del Monasterio practican: "Por la obligación que tenemos de virtud, tuvimos que privarnos de la curiosidad de mirar qué estaba ocurriendo. Por otra parte, nuestra propia idiosincrasia, de búsqueda de silencio, retiro y soledad, nos obligaba, casi, a buscar evitar encontrarnos con todo este mundo". Como puede entenderse perfectamente, el retiro espiritual y la consagración a la vida monástica son diametralmente opuestos a la puesta en escena de los grandes íconos de la cultura pop.
lágrimas de entrada y salida
El turismo en Oseira es selectivo y no está masificado. No forma parte de un destino mediático, pero quien lo visita reconoce la huella que le pervive: "A Oseira se viene llorando, y de Oseira se va uno llorando"; por lo lejos y lo difícil de llegar, y por el descubrimiento y la tristeza de la partida, respectivamente.
La vida en el monasterio es de una sencillez santa y ejemplar al mismo tiempo. Para la comunidad, lo mas importante es el amor fraterno. En palabras del hermano Luis:"Si en Oseira no existiese amor fraterno, no existiría Oseira". No hay mejor resumen para abarcar lo que de este Monasterio y sus moradores emana. n
