agencias

Cataluña autoriza la venta de la leche cruda al consumidor

El trabajador de una granja, durante los trabajos de ordeño de las vacas.
photo_camera El trabajador de una granja, durante los trabajos de ordeño de las vacas.

Los expertos advierten del riesgo de esta "moda" y recomiendan hervirla para evitar patógenos

 El decreto del Govern que autoriza la venta directa de leche cruda del productor al consumidor en Cataluña es, según ganaderos, directivos de la industria y autoridades sanitarias consultadas una "moda" que convierte al ciudadano en último eslabón de la cadena que garantiza la seguridad del producto. Todos defienden la nueva línea de negocio que se abre de manera genérica, pero advierten de que difícilmente tendrá peso en el mercado lácteo ante la imposibilidad de luchar contra el hábito a acudir a las grandes superficies.
En consecuencia, la palabra "moda" se repite entre los diferentes agentes relacionados con el sector, y dudan de que vaya más allá de un interés pintoresco sobre el producto que se prolongue durante unos meses. Entre los motivos, desde la ausencia de granjas que vendan la leche cruda en las grandes ciudades, con lo que circunscriben su venta al ámbito rural o a los fines de semana, a la necesidad de seguir un protocolo que va desde hervirla a limitar su consumo a 72 horas después del ordeño.
La subdirectora de Seguridad Alimentaria de la Generalitat, Carme Chacón, n insiste en que el consumidor debe asumir "el último paso de la cadena" que garantiza que el producto es apto para el consumo. "Aunque el ciudadano pueda comprar leche cruda, no está pensada para ingerirla así, se debe higienizar", resalta Chacón, quien detalla que el envase debe estar "limpio y tener tapa" y que se debe refrigerar "rápidamente" si no se hierve de manera inmediata, "que es lo que se debería hacer".
Para Carme Chacón, "es imprescindible hervirla" y "la cazuela en la que se hierve la leche debe ser de fondo amplio para que el calor se reparta de manera más efectiva y hay que ir removiendo". Cifra en 30 segundos el tiempo de ebullición "para destruir posibles gérmenes" y, después, "se tiene que enfriar rápido, siempre tapada y mantenerla en la nevera como máximo 72 horas" después del ordeño.

Te puede interesar