Sociedad

Calor, ruido y falta de rutina, enemigos del sueño en verano

Dos personas mayores tratan de miigar el calor saliendo a la puerta de sus casa al atardecer.
photo_camera Dos personas mayores tratan de miigar el calor saliendo a la puerta de sus casa al atardecer.

Es el cambio relacionado con las horas de luz el que causa que el proceso biológico se retrase

n n n  Las vacaciones de verano suponen para muchos españoles un sinfín de noches dando vueltas en la cama, de mirar el reloj una y otra vez y de contar ovejas hasta perder la cuenta. El calor, el ruido o la falta de rutina se convierten durante estos meses en los peores enemigos para conseguir dormir a pierna suelta.
Entre un 20 y un 48 por ciento de la población adulta española padece dificultad en alguna ocasión para iniciar o mantener el sueño, según datos facilitados por la Sociedad Española de Neurología(SEN), que indican, además, que el 10 por ciento padedce algún trastorno crónico del sueño.
El calor altera la regulación del sueño, pero es el cambio relacionado con las horas de luz el que causa que el proceso biológico se retrase y "nos acostemos más tarde", explica el coordinador del grupo de Vigilia y Sueño de la SEN, Hernando López.
Desde un punto de vista biológico, apunta, es natural que en verano cueste más pegar ojo ya que la melatonina, la hormona encargada de "provocar el sueño", se libera cuando llega el ocaso.
Con los primeros rayos del día, otra hormona que regula el sueño y que es la que nos ayuda a despertar, el cortisol, comienza a segregarse, por eso también es importante "recibir un pico intenso de luz ambiental" que permita "desbancar" a la melatonina y activar el cuerpo.
Sin embargo no hacen falta demasiados estudios para llegar a la conclusión de que en Verano una de las mejores ayudas para dormir mejor es hacerlo desnudo o con poca ropa.

altos niveles de ruido
El ruido se convierte en otro de los grandes obstáculos que solemos tener para conseguir caer en los brazos de Morfeo durante las calurosas noches de verano, ya que en estos meses proliferan las terrazas nocturnas y una mayor actividad en las calles.
Y es que más del 30 por ciento de la población europea está expuesta a niveles de ruido que exceden los 55 decibelios por la noche, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que advierte de que una exposición elevada a este ruido provoca efectos adversos tanto en la salud cardiovascular como en la mental.
En España, la ley acústica establece un máximo de 35 decibelios durante la noche, tal y como explica Moisés Laguna, ingeniero acústico.
Pero el ruido vecinal o de las zonas de ocio que se encuentran situadas en el exterior de nuestras viviendas quedan fuera de la legislación estatal, siendo las comunidades autónomas y, en última instancia, los ayuntamientos, los encargados de regular los ruidos dentro de su territorio que no estén cubiertos por la ley nacional, añade el experto.n

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