CRóNICA

Una broma demasiado cara

La broma de un ticket con un euro por no consumir en la terraza le está saliendo cara al propietario de una cafetería de Carballiño, después de que un desconocido lo colgara en la red, desprestigiando a este céntrico establecimiento.

A veces las bromas se revuelven contra el que las hace. Es lo que le está pasando al propietario de la Cafetería Central de Carballiño, Iván Canosa Bello, que sólo pretendía gastarle una broma a un amigo y le está saliendo demasiado cara. Sucedió al mediodía del pasado viernes, cuando el amigo compartía una mesa de la terraza con dos acompañantes, que pidieron una caña y un zumo. "Le pregunté a mi amigo si quería tomar algo y me dijo que no, así que de cachondeo le contesté que iba a tener que cobrarle por sentarse en la terraza", señala Iván Canosa, que llevó la broma más allá e imprimió en el ticket 1,50 euros por la caña, 1,60 euros por el zumo y 1 euro por no consumir en terraza. En total eran 4,10 euros, con impuestos incluidos. No obstante, según se puede ver al final de la factura, sólo recibió de los clientes 3,60 euros, devolviendo los 0,50 céntimos correspondientes.

Todo quedaría en eso, en la broma que era, si no fuese porque el ticket quedó sobre la mesa y alguien, cuya identidad desconoce el propietario, lo recogió y lo colgó en las redes sociales, en algunos casos cortado de tal forma que falta el nombre del establecimiento y el detalle final de lo que realmente cobró, mientras que en otros, la factura ha sido publicada íntegra.

Ahí empezó la pesadilla para Iván Canosa. Una mala publicidad para su establecimiento de hostelería, que puede verse perjudicado económicamente si continúa esta campaña de desprestigio y lo que ya nadie puede evitar es "el daño psicológico que me está causando, cuando ni siquiera he subido los precios en la terraza como hacen otras cafeterías". Ahora debe aguantar las bromas de los amigos y clientes, que se sientan y no piden consumición y, lo que es peor, tiene que dar explicaciones a aquellos se han creído que cobra un euro sólo por sentarse. "Mis clientes me están respondiendo muy bien y cuento con el apoyo de los demás hosteleros, pero para hundir un negocio hace falta poco", matizaba.

factura_resultIván Canosa ha intentado por todos los medios descubrir al culpable, incluso ha consultado con un abogado, pero la red sigue imparable. Dado que los comentarios negativos contra el propietario y la cafetería siguen proliferando, también ha decidido, además de publicar su verdad en este periódico, contarla en su página web y algunos de los compañeros hosteleros le apoyarán con la misma medida.

Mientras, el propietario de la céntrica cafetería se siente desbordado y completamente abrumado con lo que le está sucediendo. "Me han llamado desde Portonovo, de Taboadela, y todos me preguntan que si es cierto que cobro sin consumir en la terraza", señala.

En un intento de descubrir a quien tantos perjuicios y molestias le está ocasionando incluso revisó las grabaciones de las cámaras de seguridad para ver quienes estaban sentados al lado de esa mesa o quien recogía el ticket, pero "no reconozco a nadie y mi amigo tampoco sabe quién estaba en las mesas próximas", concluye Iván Canosa, esperando que todo esto "acabe cuanto antes".

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