El vigués actuó ayer con la orquesta sinfónica TonkUnstler en la Sala Dorada de Musikverein, el auditorio vienés desde donde se interpreta el tradicional Concierto de Año Nuevo
“Estamos en pleno ensayo con la orquesta en el Musikverein; ¡la acústica es increíble!”. Así de emocionado se mostraba Carlos Núñez en su cuenta de Facebook este jueves, en las primeras pruebas de sonido para el concierto en la Sala Dorada de Austria.
Ayer cumplió un deseo de la infancia: tocar en el mismo escenario desde el cual se retransmite cada año el Concierto de Año Nuevo de Viena. “Tienes la sensación de volar mientras actúas; la gaita suena enorme, los ecos de la flauta juguetean por las paredes cuando tocas y la orquesta suena super nítida”. Emocionado describía la experiencia, al tiempo que aseguraba que “todo es como un sueño”.
En declaraciones a EFE, el músico vigués reconocía que esperaba desde pequeño poder llevar la gaita, presente en Galicia desde hace más de mil años, junto a la orquesta clásica en Viena.
Carlos Núñez salió al mítico auditorio con la orquesta sinfónica TonkUnstler, bajo la dirección de Russell Harris. Ofrecieron un programa sinfónico bajo el título de “Celtic Pilgrimage” con piezas de Pablo de Sarasate, Rimsky Korsakov y la banda sonora de la película “Mar adentro”, compuesta por Núñez y Alejandro Amenábar.
El repertorio incluyó además una versión celta interpretada con gaita del “Concierto de Aranjuez”, de Joaquín Rodrigo. Fue una nueva propuesta a la fusión y a la mezcla musical. Sobre este estilo ya habitual en su trayectoria, el gaiteiro afirmó que “la música celta del futuro es como tenemos que ser todos en el futuro, abiertos, respetando las tradiciones de cada uno”.
Núñez cumplió así uno de sus objetivos y quiso compartirlo con sus seguidores: “¡Gracias por estar ahí apoyándonos! ¡Os queremos!”.n
