Sociedad

Los antidisturbios, freno de las violentas tribus urbanas

Agentes de la UIMP frenan una protesta ante el Obradoiro, en agosto de 2014, durante la visita de Merkel.
photo_camera Agentes de la UIMP frenan una protesta ante el Obradoiro, en agosto de 2014, durante la visita de Merkel.

La Unidad de Intervención Policial plasma en un libro sus cometidos en 25 años de existencia

nnn  Los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía ven a los punkis como "pacifistas", a los antifascistas como un recipiente de "ramas violentas de otros movimientos", sobre los okupas advierten de que "no tienen reparos en pasar de una resistencia pasiva a una activa" y de los skinheads dicen que tratan de ganarse "la respetabilidad social a través del temor". Estas y otras reflexiones vienen recogidas en un libro escrito por la propia Unidad de Intervención Policial (UIP) con motivo de su 25 aniversario. Fue presentado el pasado 20 de enero por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, en el complejo policial de Canillas.
Por primera vez son los antidisturbios los que dan su punto de vista de lo que sucede en las calles. Si bien en su mayoría se limitan a hacer un repaso de los acontecimientos a los que han tenido que hacer frente en este cuarto de siglo, el libro no está exento de descripciones en las que se ofrece la versión de los agentes. Uno de sus capítulos trata las "tribus urbanas" y arranca con los "antifascistas": "es un grupo tan heterogéneo que tienen cabida en él, las ramas más violentas de otros movimientos como ocupas, los red skins y los sharps, los punkis y varios grupúsculos radicales de extrema izquierda". 

pacifistas como escudo
Según su experiencia, los antifascistas utilizan "como escudo manifestaciones pacíficas, usándolas como cobertura, para caldearla en su zona y atacar a la Policía" con el objetivo de "vender a la opinión pública la 'brutalidad policial' y el 'fascismo de Estado'". "La UIP es su objetivo fetiche", añaden al tiempo que explican que "en los últimos años, aprovechándose de la influencia mediática y social de otros colectivos, han intentado sumar adeptos 'revolucionarios' para imponer la violencia como modo de actuación, si bien es cierto que apenas han tenido repercusión".
En cuanto a los ocupas, la UIP comenta en su libro que "durante un asalto policial, no tienen reparos en pasar de una resistencia pasiva a una activa si se ha producido una brecha en la defensa del edificio", pero admiten que la labor de prevenir las ocupaciones escapa a las posibilidades policiales.
Los antidisturbios recogen en su libro una reflexión del sociólogo Miguel Ángel Martínez, que detecta una indulgencia generalizada del mundo judicial para con el movimiento ocupa: "la persistencia de las ocupaciones y su presencia pública han contribuido a generar corrientes de opinión legitimadoras que influyen en el tratamiento judicial benévolo en la mayoría de las ocasiones".
Sobre los "punkis", el libro comienza analizando sus orígenes en el mundo de la música y en bandas como 'Sex Pistols', los 'Stooges' o el MC5 para terminar concediendo que, "en general, son pacíficos y pacifistas". "Pero siempre hay excepciones y grupos de ellos provocaron incidentes en la procesión de 'Los borrachos' de Cuenca", recuerdan.
Al describir a los skinheads citan un artículo periodístico en el que se dice que "en la Brigada de Información , algunos, se declararon nazis, pero no tenían ni idea de quien era Rudolf Hess". El libro también aborda los orígenes del movimiento en los 'hard mods' que se enfrentaban a los 'rockers' en la Inglaterra de los 60. Relatan los antidisturbios que lo que más les preocupa son los enfrentamientos entre grupos rivales como el que acabó con la vida del joven Carlos Palomino en 2007: "a pesar de todas las medidas interpuestas para evitar que los grupos antagónicos se encuentren y se desate una batalla campal, sucesos como la muerte de un antisistema (Carlos Palomino) en un vagón del Metro a manos de un ultraderechista originó una nueva estela de batallas entre los dos movimientos".

CONVOCATORIA POR SMS
A la hora de describir "grandes movimientos sociales" la UIP alude a las concentraciones frente a las sedes del PP en la jornada de reflexión de las elecciones generales de 2004, dos días después de los atentados del 11M. Aquella es "la primera vez que se tiene constancia de la utili0zación de métodos virtuales para la celebración de actos colectivos", rememora el libro haciendo alusión a la convocatoria vía SMS. 
En su relato sobre el 15M en 2011, la UIP repasa los antecedentes y las primeras acampadas, días antes de unas municipales en las que la Policía recuerda que se registró "más participación" que en los comicios de 2007. n 

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