Una abarrotada Catedral recibe el féretro de la Duquesa de Alba para darle su último adiós

El féretro con los restos mortales de la duquesa de Alba, fallecida ayer a los 88 años, portado por sus nietos a su llegada al altar de la catedral de Sevilla
photo_camera El féretro con los restos mortales de la duquesa de Alba, fallecida ayer a los 88 años, portado por sus nietos a su llegada al altar de la catedral de Sevilla

Parte de las cenizas descansarán en el santuario de los Gitanos y el resto en Madrid, en el panteón de la Casa de Alba



Una abarrotada Catedral de Sevilla ha recibido en torno a las 12,15 horas de este viernes al cortejo fúnebre que acompaña al féretro de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, XVIII duquesa de Alba, XI duquesa de Berwick y 14 veces Grande de España, para darle su último adiós con una misa presidida por el cardenal y arzobispo emérito de Sevilla Carlos Amigo Vallejo.

El féretro ha entrado en la Catedral a hombros de familiares de la aristócrata, entre ellos sus nietos, y ha sido depositado en el Altar del Jubileo de la Catedral, donde el cardenal Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo de Sevilla entre 1982 y 2009 y amigo de la Duquesa de Alba, va a presidir la misa funeral en presencia de todos los hijos de la aristócrata y su marido, Alfonso Díez. Todos van de riguroso luto y están serenos, pese a sus compungidos rostros.

A este último acto público de las exequias de la popular aristócrata, han asistido la infanta Elena --que asiste a la misa en un sillón real junto a la familia directa de la Duquesa--, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el presidente del Senado, Pío García Escudero, el consejero de Justicia de la Junta, Emilio de Llera, y la delegada del Gobierno, Carmen Crespo, entre otras autoridades y personalidades, todas de riguroso luto.

El organista de la Catedral y su coral polifónica acompañan la misa con un amplio repertorio fúnebre.

Tras la incineración del cuerpo, el santuario de la hermandad de los Gitanos, a la que pertenecía la duquesa, acogerá por la tarde una ceremonia en la que la familia depositará parte de las cenizas en una de sus capillas laterales, toda vez que el resto de las cenizas serán depositadas en Madrid, en el panteón de la Casa de Alba.

MILES DE PERSONAS EN LA CAPILLA ARDIENTE

La misa funeral se celebra después de que decenas de miles de personas hayan visitado la capilla ardiente que se instaló desde ayer al mediodía en el salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla y que este viernes se ha cerrado en torno a las 11,30 horas, después de abrirse sobre las 9,00 horas para que los sevillanos que aún esperaban mostrarles sus respetos pudieran hacerlo.

Sobre las 21,00 horas de ayer jueves, el Ayuntamiento de Sevilla contabilizaba unas 70.000 visitas a la capilla ardiente de la aristócrata, entre ellas las protagonizadas por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz; la delegada del Gobierno central en Andalucía, Carmen Crespo; el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo; o figuras del mundo del espectáculo y las tradiciones, como los artistas del dúo musical Los del Río o el torero Julio Aparicio.

El féretro de Cayetana Fitz-James Stuart ha estado instalado en el salón Colón, corazón de la Casa Grande hispalense y lugar habitual de celebración de los actos institucionales y los plenos, cubierto por la bandera de España y la de la Casa de Alba. Allí ha permanecido casi 24 horas bajo dos lienzos que muestran las tallas de la Hermandad de los Gitanos, a la que la duquesa profesaba una intensa devoción y a la que, de hecho, pertenecía. Los priostes de la hermandad de los Gitanos, además, instalaron en torno al féretro los hachones rematados con cirios usados usualmente durante los cultos de la hermandad.

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