IRIA CALLEJA PROFESORA DE LA UNED EN EL áREA DE PSICOLOGíA CLíNICA

“Hay niños a los que diagnostican por error déficit de atención, pero tienen altas capacidades”

Iria Calleja, en su consulta de la calle Barcelona.
photo_camera Iria Calleja, en su consulta de la calle Barcelona.

Entre un 3% y un 7% de la población escolar padece el síndrome de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Para conocer mejore este trastorno y ofrecer las herramientas para tratar  adecuadamente a estos niños, el Aula de la UNED de Vigo organizó un curso que impartirá la  psicóloga Iria Calleja entre los días 24 de febrero y el 4 de mayo.
 

Acaba de impartir este curso sobre déficit de atención en Tui y en Pontevedra, y ahora llega a Vigo.  ¿A quien se dirige?
Este curso tiene mucha demanda, interesa tanto a docentes como padres y madres y a profesionales que trabajan con estos niños.
Hay profes que no saben que hacer con estos niños en clase.
Efectivamente. Con el TDAH sigue habiendo polémica, hay algún profesor que considera que no existe y que lo que pasa es que los niños carecen de límites. No es así, aunque es cierto que es un trastorno sobrediagnosticado. A la consulta llegan a veces niños que tienen altas capacidades y como en clase se aburren vaguean y se distraen con frecuencia. Hay que tener cuidado al ahora de hacer el diagnóstico.
¿Y una vez diagnosticado?
La vida no se acaba ahí, tiene que acompañar a la familia y darles unas pautas sobre como llevarlos en el día a día y en el curso en las distintas etapas educativas.
¿Cuáles son los síntomas?
Hace falta que haya una de estas cosas: hiperactividad motora o que haya déficit de atención. El déficit atencional se manifiesta en que deja inacabadas todas las tareas que empieza incluso los juegos o las frases, empiezan a explicar algo y se pierden  por el camino.
¿Y la hiperatividad motora?
No se da siempre, es mas frecuente en varones. La hiperactividad motora les impide estar quietos y tranquilos en clase, necesitan levantarse con frecuencia, suelen molestar al compañero de al lado.
¿Este trastorno se debe a un problema físico o psíquico?
Hay muchas teorías pero últimamente hay muchas evidencias de que hay componentes neurológicos. Hay técnicas de resonancia magnética y podemos estudiar todo el funcionamiento del cerebro del niño sin dañarle, pero hasta que llegó ese punto lo sabíamos a través de la medicación, de cómo actuaba sobre ellos. A estos niños se les suele dar un derivado de las anfetaminas. Asusta un poco, pero en un cerebro con TDAH esta medicación  funciona al revés que en otras personas, a ellos les relaja, les permite que se concentren.
 ¿Cuál es el tratamiento? ¿Necesitan atención psicológica y medicación?
No siempre. Yo entiendo que una  vez que se diagnostica temprano y se hace bien, debe conocerlo  todo su profesorado para que puedan aplicar las medidas de atención educativa pertinente. Si eso está bien hecho y la familia tiene claras las pautas de cómo hay que llevarlo ese niño no necesita más ayuda.
¿Son pautas complicadas?
Para nada, hay que trabajar desde el sentido común. Lo que necesitan estos niños es tener su vida ordenada, tener unos horarios y unas rutinas a las que agarrarse y eso hay que premiarlo y castigarlo cuando no cumplen. Cuando esto no se hace bien, llegamos a la conclusión de que el niño es malo, empezamos a señalarlo en clase, porque es muy disruptivo y te desorganiza la clase en dos minutos. De ahí a ponerle una etiqueta hay un paso. Insisto en que hay que desetiquetar a los niños y trabajar  a diario con ellos, explicarles los  contenidos para que en una primera explicación comprendan, así no van a preguntar siete veces más. 

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