xornal escolar

Colegio San José de Cluny, una institución educativa viguesa

Alumnos de la ESO, aprenden a cooperar para trabajar y para divertirse.
photo_camera Alumnos de la ESO, aprenden a cooperar para trabajar y para divertirse.

El centro recibió en el año  2004, al cumplirse el centenario de su presencia en  la ciudad de Vigo,  el galardón de Vigués Distinguido y la Medalla de Plata de Galicia por su trabajo.
 

La trayectoria de Cluny en Vigo, es una historia que comenzó en 1904, por tanto hace ya 113 años; y 113 años de historia son muchos años, muchas generaciones, muchas personas y muchos rostros que han pasado por las aulas del colegio y que han dado vida y siguen dando vida al Colegio San José de Cluny.  Hoy pueden decir con mucha alegría que los distintos emplazamientos en los que el colegio ha estado desde su llegada a la ciudad ha producido un enriquecimiento mutuo: ciudad de Vigo-Colegio San José de Cluny. Prueba de ello fue el reconocimiento recibido en el año 2004, cuando se cumplían los 100 años de presencia en Vigo, Vigués Distinguido y Medalla de Plata de Galicia. 
Historia en Vigo
Las primeras Hermanas de San José de Cluny llegaron a Vigo en 1904, alojándose primero en un piso de la Calle Real y trasladándose, al cabo de dos años, a García Barbón. En 1931 el colegio se instala en la que podríamos llamar su casa durante el período más largo de su historia: el emblemático edificio de Gran Vía 12 que, hasta su reciente demolición, ha constituido un referente vital para las diversas generaciones que se han formado en sus aulas. Las hermanas de San José de Cluny, caminando tras las huellas de su fundadora, la Beata Ana Mª Javouhey, siguen presentes en los 5 continentes haciendo realidad su sueño: que cada persona conozca la grandeza a la que está llamada, que cada persona conozca su dignidad y su ser único e irrepetible, como criaturas, como hijos de Dios. Y esta misión es llevada a cabo por hermanas y laicos que trabajan en distintos ámbitos como el educativo, sanitario, promoción de la mujer.
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En los colegios San José de Cluny situan en el centro del proceso de enseñanza aprendizaje a la persona, que es la protagonista del proceso que, en definitiva, es su vida. Ana Mª Javouhey les legó una pedagogía de la autonomía, que  les lleva a acompañar a cada alumno al grado de perfección que su situación concreta y real permita, una pedagogía del ser más para sí y para los demás, para que aprendan a vivir consigo mismo y con los demás y una pedagogía empírica que potencie el desarrollo de sus capacidades manuales, físicas, intelectuales y artísticas.
La obra comenzada por la fundadora tiene continuidad hoy, su luz no se apaga, y en los colegios San José de Cluny desean vivir y transmitir a cada persona, que Dios tiene un plan de plenitud y felicidad para él. 
 

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