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Trump juega al golf entre grandes protestas en Escocia

Manifestantes en Edimburgo, con el ya clásico globo del bebé Trump.
photo_camera Manifestantes en Edimburgo, con el ya clásico globo del bebé Trump.

El presidente de EEUU fue recibido en su residencia con una pancarta aérea de Greenpeace

nnn El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó ayer su visita privada de dos días a Escocia para jugar al golf en uno de sus complejos de lujo, mientras miles de personas se dieron cita en Edimburgo y otras zonas de la región en señal de protesta contra sus políticas. "He llegado a Escocia y estaré en Trump Turnberry para dos días de reuniones, llamadas y, con suerte, un poco de golf, ¡mi principal forma de ejercicio!", escribió Trump en su cuenta de Twitter.
El deseo de disfrutar de su deporte favorito se cumplió, según revelaron fotografías publicadas en la prensa británica, en las que se puede ver al mandatario conduciendo su propio carrito por el campo de golf y completando algunos hoyos, acompañado de su hijo Eric y entre varios miembros del equipo de seguridad. Una de estas imágenes muestra también al jefe de la Casa Blanca saludando ante los gritos de protesta que llegaban desde las afueras del recinto, donde un gran grupo de manifestantes se congregó desde primeras horas de la mañana.
También hasta las inmediaciones de Trump International Golf Links, el otro establecimiento que el presidente regenta en la región de Aberdeenshire, en la costa nordeste de Escocia, se acercaron más de cien personas para un acto de protesta con música y discursos de los asistentes.

“por debajo del par"
Las protestas se iniciaron el viernes con miles de personas congregadas en el centro de Glasgow y la pancarta que el grupo ecologista Greenpeace desplegó ante el hotel Turnberry con un parapente y en la que podía leer: "Trump, muy por debajo del par. Resistencia", haciendo un juego de palabras con las reglas del golf.
Las jornadas reivindicativas tuvieron su punto álgido en la multitudinaria marcha por las principales calles de Edimburgo, a la que, según los organizadores, acudieron unas 50.000 personas. Los asistentes se dirigieron hasta el céntrico parque de Meadows, para participar en la acción conocida como "El carnaval de la resistencia", cuyo objetivo es mostrar el rechazo ciudadano a la visita de cuatro días del mandatario al Reino Unido. Un grupo de activistas voló allí el "bebé Trump", un globo hinchable que caricaturiza al presidente como un bebé con gesto enfadado que solo lleva pañales y un móvil en la mano, y que ya sobrevoló el cielo de Londres durante la masiva manifestación que tuvo lugar ayer en el centro de la capital británica.
Tras ser recibidos en el aeropuerto Prestwick de Glasgow por el ministro británico para Escocia, David Mundell, Trump y su esposa Melania pasarán el fin de semana en Turnberry y no participarán en ningún acto oficial ni se entrevistarán con la ministra principal, Nicola Sturgeon. 
La líder nacionalista se ha posicionado públicamente en contra de decisiones de Trump como la de prohibir la entrada a ciudadanos de países musulmanes o lo más reciente polémica en torno a la separación de familias de inmigrantes mexicanos. n

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