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Renzi formaliza su dimisión e Italia ya busca un sustituto

Matteo Renzi abandona el Palacio del Quirinal tras presentar su dimisión a Sergio Mattarella.
photo_camera Matteo Renzi abandona el Palacio del Quirinal tras presentar su dimisión a Sergio Mattarella.

El presidente de la República, Sergio Mattarella, iniciará hoy las consultas con los partidos políticos

nnn  El primer ministro italiano, Matteo Renzi, formalizó su dimisión ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, por lo que desde hoy comenzarán las consultas para determinar quién lo sustituirá al frente del nuevo Ejecutivo. El político florentino de 41 años deja así el cargo tras su fracaso el domingo pasado en el referéndum sobre la reforma constitucional, que consideró esencial para el país. Renzi ya presentó su renuncia al frente del Gobierno el pasado lunes, pero entonces Mattarella pidió posponerla hasta la aprobación de la ley de presupuestos para 2017, que fue avalada ayer en el Senado.
De esta manera, desde hoy  Mattarella comenzará la ronda de consultas y, según el calendario publicado por la Presidencia de la República, recibirá a los presidentes del Senado, Pietro Grasso, y de la Cámara de los Diputados, Laura Boldrini, así como a su predecesor en la Jefatura del Estado Giorgio Napolitano. La ronda concluirá el sábado y durante estos dos días y medio el jefe del Estado recibirá a un amplio abanico de representantes parlamentarios, entre los que hay exponentes del Partido Demócrata (centroizquierda), del Nuevo Centroderecha, de la conservadora "Forza Italia", del Movimiento Cinco Estrellas y de la ultraderechista Liga Norte. Mattarella deberá así hacer frente a la situación de crisis política en la que queda sumida Italia, acostumbrada por otra parte a estas turbulencias políticas.

posibles candidatos
Entre los nombres que suenan para sustituir a Renzi se encuentran el de su ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, o el del mismo presidente del Senado, Pietro Grasso. Sea como fuere, quien se ponga al frente del nuevo Gobierno deberá, entre otras cosas, impulsar la puesta en marcha de una reforma de la ley electoral para poder convocar unos comicios generales. 
En Italia actualmente rigen dos leyes electorales, una para la Cámara de los Diputados y otra para el Senado, y la que afecta a la Cámara Alta fue  declarada en parte constitucional por lo que muchos consideran necesario impulsar una que homogeneice el sistema. El jefe del Estado deberá ahora resolver la situación actual, mientras que desde la oposición partidos como la xenófoba Liga Norte o el populista de izquierdas Movimiento Cinco Estrellas piden que se celebren elecciones lo antes posible. 
Su intención, dicen, es poner fin a la tendencia de los últimos cinco años, en los que Italia tuvo  tres Gobiernos consecutivos sin ser elegidos en las urnas: el de Mario Monti (2011-2013), el de Enrico Letta (2013-2014) y el de Renzi (2014-2016). Antes de entregar su dimisión, Renzi compareció como secretario general ante los miembros de su partido, el Partido Demócrata, y a ellos les planteó una disyuntiva: o la formación de un Gobierno en el que se involucren todas las fuerzas políticas o la convocatoria de unos comicios anticipados.

El ex primer ministro cambia a sus críticos por la Play Station

Matteo Renzi, primer ministro dimitido y en funciones de Italia, prevé iniciar esta nueva etapa de su vida política asistiendo a un torneo de videojuegos con sus tres hijos, en el que, según confesó, espera tener más suerte que con algunos de sus correligionarios críticos. Antes, Renzi compareció ante sus compañeros del Partido Demócrata por última vez como primer ministro. Lo hizo sin corbata, resignado y esbozando una media sonrisa, consciente de que minutos después debía presentar nuevamente su dimisión ante el jefe del Estado Su alocución era esperada con gran expectación, como confirmaba la presencia de numerosos periodistas y curiosos que le esperaban en la céntrica calle romana del Nazareno, sede del partido, donde debía hablar en público por primera vez desde la aciaga noche del referéndum.
La cita con la plana mayor del PD se perfilaba como un abroncado ajuste de cuentas pero Renzi optó por presentarse ante sus compañeros, muchos de ellos muy críticos con él, aparentemente relajado, como siempre locuaz y armado con su habitual ironía. Y es que, en sus poco más de mil días de Gobierno, el político florentino no solo tuvo que hacer frente a la poblada bancada opositora sino que una minoría crítica de su propia formación le puso palos en las ruedas cada vez que ha tenido ocasión.
Tras su discurso, abandonó el edificio de su partido no sin antes avanzar que la formación deberá atravesar "un proceso interno" que, apuntó, "será muy duro", claro y meridiano. Ahora, las primeras horas serán para su familia.n

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