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Portugal, con 36 muertos, otra vez de luto por la ola de fuegos

Una aldea en Serra do Açor, Arganil, en el centro de Portugal, con el monte ardido a su alrededor.
photo_camera Una aldea en Serra do Açor, Arganil, en el centro de Portugal, con el monte ardido a su alrededor.

Cerca de 4.000 bomberos, apoyados por vehículos y medios aéreos, lucharon contra 47 incendios

n n n Al menos 36 personas han fallecido en los incendios registrados desde el domingo en el norte y el centro de Portugal, según los últimos datos difundidos ayer por la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC). A este balance, aún provisional, se suman 63 heridos, 16 de ellos graves, y 7 desaparecidos, dijo la portavoz de la ANPC, Patrícia Gaspar, en una rueda de prensa en la que dio a conocer las últimas informaciones sobre la nueva oleada de fuegos que azotan Portugal.
En la tarde de ayer continuaban activos 47 incendios en el país, de los que 26 estaban considerados de "importancia elevada", indicó Gaspar. Cerca de 4.000 bomberos, apoyados por vehículos terrestres y medios aéreos, luchaban contra las llamas, que han provocado el desalojo de numerosas aldeas y el cierre de carreteras.
Los distritos donde se han registrado las víctimas son Coimbra, Guarda, Castelo Branco y Viseu, todos en el centro del país, escenario de más de 500 fuegos desatados el domingo. "Las condiciones en que estas personas murieron tendrán que ser confirmadas", explicó Patrícia Gaspar, aunque previamente había avanzado que algunas fueron encontradas dentro de sus viviendas o en la vía pública.
Las Fuerzas Armadas también apoyan el combate a las llamas con más de quince de pelotones sobre el terreno para llevar a cabo acciones de vigilancia y evacuación de víctimas. Desde Protección Civil afirmaron que "no hay señales" de que estos fuegos puedan quedar dominados en las próximas horas y se mantiene la alerta roja en todo el país, a la espera de que se produzca una mejora de las condiciones meteorológicas.

escenas de caos
Las elevadas temperaturas, la situación de sequía prolongada y los vientos fuertes de los últimos días desempeñaron un papel decisivo en esta oleada de incendios y en la rápida propagación de las llamas, según las autoridades. Al balance de fallecidos y heridos se unen las escenas de caos vividas en las zonas afectadas, con aldeas desalojadas, viviendas reducidas a cenizas, fallos en las comunicaciones y carreteras y líneas de ferrocarril cortadas al tráfico.
Casi cuatro meses después de la tragedia ocurrida en Pedrógão Grande, en el centro del país, el pasado viernes se conoció un informe elaborado por una comisión independiente sobre lo ocurrido entonces, que apuntaba a fallos en la prevención y en la actuación de Protección Civil durante el incendio. Esta nueva tragedia forestal llega a pocos días de la reunión extraordinaria en la que el Consejo de ministros iba analizar el informe sobre esa tragedia.n

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