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Miles de personas marchan contra el yihadismo en Túnez

Las calles de la capital norteafricana fueron un clamor contra el terrorismo islamista.
photo_camera Las calles de la capital norteafricana fueron un clamor contra el terrorismo islamista.

El ministro español de Exteriores también acudió para apoyar la transición del país a la democracia

n n nAl grito de "libertad para Túnez, fuera el terrorismo", miles de personas salieron ayer a las calles de la capital norteafricana para protestar contra el terrorismo yihadista, "un fenómeno mundial" que el pasado 18 de marzo dejó su huella en el museo tunecino del Bardo. Convocados por el gobierno y los imanes de la mezquitas, la marcha popular arrancó de la histórica puerta de Bab Saadum en dirección a la puerta del museo, lugar del atentado que hace diez días segó la vida de 22 personas, 21 de ellas turistas extranjeros.
Los llamamientos para que fuera, además, una muestra de unidad nacional quedaron difuminados, sin embargo, por la decisión del Frente Nacional de izquierdas, cuarta fuerza en el Parlamento, de no participar en un evento de dimensión internacional. Una postura que fue criticada, con pesar, por el resto de fuerzas políticas.
"La unidad de todos los tunecinos es la base para consolidar un frente social unificado que combata al terrorismo, sus métodos e ideas", explicó el decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Letras de la Universidad de Manuba, Habib Kazdagli, que envió un mensaje al partido islamista moderado An Nahda, segunda fuerza parlamentaria, a la que se responsabiliza de los fallos que han mostrado las Fuerzas de Seguridad.
En la misma línea se pronunció el líder sindicalista Lutfi Hamruni, quien puso el acento en la necesidad de mejorar el sistema educativo, clave en la lucha contra un fenómeno que se alimenta de pobreza, pero también de la incultura de una juventud sin trabajo ni horizonte.

un problema global
Sami Bifallah, guía turístico, el sector más afectado por el atentado del Bardo, expresó su deseo de que la comunidad internacional comprenda que el problema del yihadismo es global, que "puede ocurrir en cualquier parte" y que los turistas reconsideren su idea de no viajar a Túnez. 
A su lado, cientos de banderas rojas salpicaban el cielo, por el que sobrevolaban helicópteros del Ejército tunecino, al tiempo que miles de voces gritaban "terrorismo fuera de Túnez".
A medio camino se sumaron a la marcha el presidente del país, Beyi Caid Essebsi, acompañado de líderes árabes y europeos fuertemente escoltados. El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo acompañó en la cabecera de la protesta a los presidentes francés, Francois Hollande, y palestino, Mahmud Abas, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y el presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, entre otros. Todos ellos representan a los cuatro países europeos que sufrieron víctimas en el Bardo, el atentado más grave en Túnez desde el perpetrado en 2002 en la también turística isla de Djerba.
El ministro recordó la iniciativa presentada por España en el Consejo de Seguridad de la ONU para luchar contra el terrorismo y subrayó que el objetivo de su presencia en Túnez es también apoyar la transición democrática de este país magrebí tras la primavera árabe.
Una vez concluida la manifestación, Essebsi descubrió una placa conmemorativa en la puerta del museo, donde cientos de personas elevaron al cielo pancartas con los nombres de los 21 turistas fallecidos.n

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