TRÁGICO TERREMOTO EN MÉXICO

"Fue angustioso, estaba en la azotea y vi todo moverse"

Bomberos y voluntarios durante las labores de rescate tras el terremoto, en Ciudad de México.
photo_camera Bomberos y voluntarios durante las labores de rescate tras el terremoto, en Ciudad de México.

Ourensanos en México relatan cómo vivieron el terremoto que ha dejado más de 200 muertos

n n n  A las 13,14 horas de este martes en México, la ourensana María de la Paz Pérez Santás conducía su vehículo por una carretera del norte de la capital. Entonces, el suelo empezó a temblar. "El camión que iba detrás sufrió un accidente, no pudo parar por el temblor. Cuando conseguí llegar a mi negocio, mi marido y mi hija no estaban", relata esta empresaria, natural de Beariz ytestigo del terremoto que sacudió a México justo 32 años después del seísmo que devastó el país dejando miles de muertos. El balance de la tragedia son más de dos centenares de muertos, muchos de ellos niños, al derrumbarse dos colegios. La colaboración ciudadana llegó a la par de la caída de las comunicaciones y el colapso. "Tardé una hora en hablar con mi familia y comprobar que estaban bien. La gente es muy solidaria. Todos los amigos de mi hija se fueron a sacar escombros y mi madre de 80 años pudo salir a la calle gracias a quien le llevó una silla. No todo son secuestros, la gente se ayuda", continúa su relato María de la Paz.
El ourensano Elidio Álvarez realizaba unas gestiones en el hotel en el que trabaja, en Polanco (Ciudad de México), cuando vio temblar los edificios de enfrente: "Fue bastante angustioso, sientes impotencia y debes esperar a que acabe porque el protocolo dice que no puedes bajar las escaleras. Vi cómo de repente todo parecía una maqueta en la que notas las construcciones en relieve, todo se movía".
Sergio Moreno, trabajador de Adolfo Domínguez en Ourense, se encuentra estos días en la localidad mexicana de Polanco, en las oficinas que tiene la empresa allí: "No sentí miedo, tuve más ansiedad al recibir las noticias de la magnitud de la tragedia por mis compañeros y por la televisión. Salimos a la calle siguiendo el protocolo sin problemas, pero algunos sí estaban nerviosos porque en el barrio donde viven habían colapsado varios edificios", relata.
La periodista e investigadora de Beariz María Luz Fernández Barros trabaja como profesora en la Universidad Autónoma de Querétaro. Sintió el terremoto de forma leve, ya que no es zona sísmica. El problema fue contactar con su familia, residente en México DF: "Mi abuela tiene 92 años y sufrió una crisis nerviosa. Todos están bien y ya se están arreglando los fallos en telefonía en muchas zonas".
José Antonio Vallejo García, atleta y empresario limiano residente en México, tampoco tuvo que lamentar daños personales. "Está toda la familia bien, las líneas de teléfono están caídas y estoy revisando el hotel", informó a través de Facebook.  
Yago Janeiro, un joven con raíces en Avión y Celanova, se encontraba en el parking del banco en el que trabaja en el Paseo de Las Palmas, una avenida de Ciudad de México alejada del epicentro. "Me pegué a la columna ya que es más seguro. El temblor duró un minuto y no pensé que fuera tan grave hasta que nos enteramos de que había muchos muertos", cuenta. 
Desde el estado de Colima llegan imágenes de un edificio derrumbado frente al Centro Gallego de México. Desde el Facebook de la asociación, los gallegos informan del buen estado de sus familiares y ofrecen ayuda. El centro recomienda hacer donaciones en zonas menos afectadas: "No nos recomiendan hacer un centro de acopio ya que el acceso es complicado y debemos dar prioridad a los servicios de emergencia", escribe la entidad en sus redes sociales. n 

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