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La Armada argentina confirma que hubo una "explosión" en el submarino desaparecido

El submarino de la Armada desaparecido
photo_camera El submarino de la Armada desaparecido

La Armada argentina ha confirmado el jueves que el submarino `San Juan`, en paradero desconocido desde hace más de una semana, sufrió una explosión a bordo cuando navegaba por aguas del océano Atlántico.

"Recibimos una información del embajador en Austria sobre un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión", ha asegurado el portavoz de la Marina argentina, el capitán de Navío Enrique Balbi.

En una comparecencia ante la prensa, el oficial Balbi ha dicho que se desconoce la causa de la explosión en el interior del sumergible pero que ha sido confirmado por "dos fuentes" distintas. "No sabemos la causa que produjo en ese lugar, en esa fecha, un evento de estas características", ha añadido.

El portavoz ha dicho que la Armada va a reforzar el dispositivo de búsqueda del navío para averiguar su localización. "En consecuencia, seguimos buscando. Hasta tener evidencia concreta de dónde está el submarino y nuestros 44 tripulantes", ha señalado, según informa la prensa argentina.

PESIMISMO EN LOS FAMILIARES

Una familiar de uno de los militares que iba a bordo del sumergible desaparecido ha contado que los familiares creen que todos los tripulantes han muerto y ha expresado el malestar de las familias con la gestión que ha realizado la Armada de todo este asunto.

Pocas horas antes de que se confirmara la explosión, la Armada del país sudamericano había informado que investigaban una "anomalía hidroacústica" detectada tres horas después de la última comunicación con el submarino `San Juan` a 30 millas de su última posición.

La necesidad de localizar el sumergible cuanto antes, sobre todo antes de que se agote el oxígeno para la tripulación, ha concitado la intensa cooperación internacional. Tras diez días sin noticias y sin que los tripulantes hayan podido renovar el oxígeno, se entra en una fase crítica y decisiva al llegar al límite de tiempo que podría resistir la tripulación sin subir a la superficie.

El jueves, Rusia anunció el envío de un grupo de técnicos y un buque oceanográfico de su Armada al Atlántico Sur para ayudar en la búsqueda del sumergible que desapareció hace más de una semana con 44 tripulantes a bordo.

El Ministerio de Defensa ruso ha informado del envío del buque oceanográfico `Yantar`, que llevaba a cabo una misión programada cerca de la costa occidental de África y que "dispone de dos batiscafos que permiten realizar la exploración a una profundidad de hasta 6.000 metros", además de un helipuerto en su cubierta.

Tras hablar con su homólogo argentino, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, también ha decidido enviar al país suramericano un avión de transporte militar con los técnicos del 328 destacamento de la Armada. Este grupo está especializado en operaciones de búsqueda y salvamento marítimo y cuenta con un aparato sumergible teledirigido Pantera Plus, informa la agencia Sputnik.

También el jueves se descartaba finalmente que un objeto hallado en el Atlántico correspondiera al buque desaparecido. Durante un vuelo del operativo de búsqueda, la marina estadounidense recibía un aviso de una imagen de satélite y se detectaba algo sospechoso en una zona próxima al talud continental. Poco después se verificaba que no se trataba de restos del submarino.

El `San Juan`, que había salido de Ushuaia, dejó de responder a la base de operaciones durante la mañana del 15 de noviembre, cuando estaba a unos 430 kilómetros de la costa en el golfo de San Jorge, en el Atlántico Sur.

En declaraciones a la prensa, el portavoz de la Marina argentina, el capitán de Navío Enrique Balbi, dijo el miércoles que el operativo de búsqueda y rescate centra ahora su investigación en un indicio "hidroacústico" detectado tres horas después del último contacto con el sumergible.

"Se trata de una anomalía hidroacústica que fue detectada 30 millas al norte de la última posición, en la misma línea de navegación hacia Mar del Plata", ha asegurado el portavoz de la Armada argentina, antes de señalar que no puede confirmar si ese ruido fue una explosión.

La búsqueda del sumergible ha entrado en una fase crítica por la posibilidad de que se vaya agotando el oxígeno en el interior del submarino y se limiten aún más las opciones de supervivencia de los tripulantes.

Según la opinión de varios expertos argentinos, compartida con la comunidad mundial de submarinistas, las reservas del sumergible llegarían al límite de oxígeno el próximo 28 de noviembre.El `San Juan` tenía previsto llegar el domingo al puerto de Mar del Plata, pero su contacto se pierde a las 7.30 horas del miércoles 15 de noviembre.



Es en ese momento que a las 10,15 hora local de hoy (13,15 GMT) se recibió desde Austria la información de Grossi, que se la transmitió telefónicamente al canciller, Jorge Faurie, quien a su vez se la contó a Aguad.

El pasado lunes, el capitán de navío Gabriel Galeazzi explicó a la prensa que el miércoles de la desaparición del submarino el buque había comunicado que había sufrido una avería eléctrica en sus baterías, algo que, según dijo en ese momento la fuerza argentina, no tendría por qué haber afectado al funcionamiento del submarino.

El submarino ARA San Juan había partido el lunes 13 de noviembre pasado del sureño puerto de Ushuaia y se dirigía de regreso a su base, en la localidad de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, adonde debía haber llegado entre el domingo y lunes pasados.

El viaje, con 44 submarinistas profesionales de la Armada, tenía como cometido participar en un adiestramiento integrado con la flota de mar y las aeronaves de la dotación naval.

Fue el viernes pasado cuando la Armada Argentina confirmó que el submarino reportó por última vez su posición en la madrugada del miércoles, por lo que, pasadas 48 horas sin tener comunicación con la nave, se resolvió activar el protocolo de búsqueda.

Hasta ahora, no ha habido ni un solo rastro del sumergible y las familias de los tripulantes aguardan noticias, con esperanza e incertidumbre, en la Base Naval de Mar del Plata. 

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