Concha Velasco: "Yo soy lo que soy gracias a la gente que me he encontrado"

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photo_camera Concha Velasco

A pesar de haber estado enferma recientemente, ha subrayado que ahora goza de buena salud, que le apasiona su trabajo y que, por tanto, no tiene ningún "secreto"

La actriz Concha Velasco ha hecho hoy en Zaragoza un repaso a sus décadas de carrera, ha confesado que cuando se cruzó en sus comienzos con Tony Leblanc se le apareció "la Virgen de Fátima" y ha insistido: "Yo soy lo que soy gracias a la gente que me he encontrado".

Así lo ha expresado la veterana intérprete, que llega al Teatro Principal en plenas Fiestas del Pilar con "Reina Juana", un monólogo que repasa las últimas horas de una Juana de Castilla anciana y moribunda, que intenta reflexionar sobre su pasado y quiere demostrar que nunca estuvo loca.

A pesar de haber estado enferma recientemente, ha subrayado que ahora goza de buena salud, que le apasiona su trabajo y que, por tanto, no tiene ningún "secreto" para continuar con el nivel de actividad actual cuando está a punto de cumplir 77 años.

"Si tuviera un secreto lo vendería", ha dicho entre risas.

Velasco llega de Bilbao con un montaje cuyo principal rasgo diferencial, en palabras de la actriz, con respecto al resto del inmenso material cinematográfico, teatral, televisivo y literario sobre la malograda reina, que normalmente incide en su vida hasta su reclusión en Tordesillas (Valladolid), es que versa sobre la última confesión de la monarca.

Se centra más en los recuerdos de una anciana en su última confesión al que luego se convertiría en San Francisco de Borja, en la que la conocida como "la Loca" quiere que se la reconozca como lo que era, una reina, ya que "nunca cedió la corona".

Velasco ha descrito al personaje histórico que interpreta como una mujer "maltratada por los hombres" y también por las mujeres, con una madre que no la quiso especialmente pese a que era "bellísima", hablaba idiomas, tocaba instrumentos y tenía un talento "enorme".

"No es que los hombres la trataran mal. La trató mal la historia y la trató mal su familia", ha explicado, y "no le dejaron hacer nada".

Ha destacado también que nunca quiso que ningún sacerdote entrara a la celda en la que se encontraba recluida porque siempre tuvo un rechazo hacia la Iglesia católica, lo que provocó que se la tuviera por luterana, atea o bruja, hasta esa noche por obligación de su nieto, Felipe II.

Le ha tocado justamente interpretar a Juana de Castilla con prácticamente la misma edad que la reina en sus últimos momentos de vida, pero ha recalcado que ni se parece a ella ni viceversa.

Eso sí, la vive, la siente y va al teatro con "tanta ilusión" que sus propios compañeros le dicen que hacía tiempo que no la veían tan ilusionada.

De hecho, la actriz ha reconocido que le ha pasado con Juana como le pasó con Santa Teresa, a la que todavía sigue leyendo y cuya historia le sigue interesando.

Con respecto al director de la obra, Gerardo Vega, que no es uno con los que trabaje de forma asidua Concha Velasco, ha confesado que tras un "distanciamiento personal" se contaron sus diferencias y finalmente "ha sido maravilloso trabajar con él".

Llegaron a un acuerdo mutuo de lo que querían y, de hecho, ha sido la obra que menos ha ensayado, ha afirmado, aunque no solo le admite que le siga corrigiendo, sino que incluso le pide que lo siga haciendo y se siente "halagada".

"Necesitaba" trabajar con Vera, ha expresado, ya que ha sido "una cosa diferente" y le gusta que le dejen pensar, que se pregunte el por qué de lo que hacen los personajes que interpreta. 

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