Primero fue Steve Tyler, luego Michael Stipe y ahora es Adele la que prohíbe a Donald Trump que utilice su música para la campaña electoral. El equipo de abogados de la cantante británica le ha exigido al equipo del candidato republicano que deje de usar sus canciones en actos políticos.
"Adele no ha dado permiso para que su música se use en ninguna campaña política", decía uno de sus representantes a la prensa estadounidense.
No es la primera vez que la de Tottenham se niega a que sus canciones formen parte de una campaña electoral. Según su equipo, la cantante ya dejó claro en el año 2011, cuando su disco 21 rompió también los records de listas de éxitos, que no quería que su música se relacionara con ningún partido político.
Los responsables de la campaña del magnate deberán buscar ahora temas sustitutos para el Rolling In The Deep y Skyfall, que sonaban en los cierres de discurso. Y tampoco podrán utilizar los temas de Aerosmith, como hicieron en el arranque el pasado verano. "'Trump for President' no tiene la autorización de nuestro cliente para utilizar Dream On o cualquiera otra de sus canciones como parte de su campaña, porque da la falsa impresión de que está conectado de alguna manera con ella o que respalda la candidatura del señor Trump", decía el comunicado que los abogados del cantante rock enviaron a The Hollywood Reporter.
Pero el cambio de banda sonora a REM le salió rana porque su líder y vocalista, Michael Stipe, arremetió duramente contra el multimillonario. "Váyanse a la mierda todos ustedes, hombres tristes, captadores de atención, hambrientos de poder y pequeños. No utilicen mi música o mi voz para una farsa y estúpida campaña", dijo el cantante.
