JAVIER ORTEGA SMITH-MOLINA Secretario general de Vox

"¿Vox de extrema derecha? cuanto más nos insultan, más gente nos apoya"

El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith-Molina.
photo_camera El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith-Molina.

Con el cierre de las autonomías, los gallegos no perderían nada". " Al PP se le llena la boca con España, pero es solo una pose". " Con la ley de violencia de género, hemos puesto encima de la mesa algo que era tabú"

¿No cree que el discurso de VOX en determinados puntos hace que electores que se plantearían votarlos no lo hagan?
Con Vox primero hubo un cerco mediático. No existíamos. Después, insultos. Luego, desde el PP, llegó la apelación al voto útil –"que vienen los malos"–. Ya no funciona, porque "los malos" están apoyando a Sánchez en La Moncloa. Y lo del voto útil, tampoco. Somos decisivos, tan decisivos como para sacar al PSOE de Andalucía. Millones de españoles ya no se creen lo del voto útil. ¿Las etiquetas? Al principio nos dolían, porque eran falsas. Ahora, cuanto más nos insultan, más gente nos apoya. Que nos sigan insultando, que tendremos más votos todavía.

Llega el sábado a Galicia, que ha sido claramente perjudicada en los Presupuestos Generales. Con este panorama, ¿cómo convence a los gallegos que cargándose las autonomías saldrán beneficiados?
O autonomía o pensiones. Se ha vendido una mentira: las autonomías acercan la administración al ciudadano y mejorarán los servicios. Solo ha aumentado la burocracia. Cuando los Presupuestos se hacen pensando en posiciones partidistas se cometen injusticias. Decimos que esto lo ha fomentado precisamente las autonomías, porque han llevado a una competencia desleal entre los españoles.

Perdiendo a la Xunta, Galicia perdería a su principal voz en España, quedaría en silencio. Les costará convencer de lo contrario aquí. 
Lo importante no es la burocracia, sino la defensa de los españoles. ¿Y cómo se hace eso mejor? Con un solo gobierno, que nada tiene que ver con el centralismo. Un solo gobierno, un solo parlamento. Con eso, los gallegos no perderían nada. Los gallegos ya eran gallegos hace siglos, no vinieron las comunidades a hacerlo. Defendemos que la fortaleza de España es la diversidad, pero bajo una unidad de actuación. Y una cosa más: el español es el idioma de todos y debe protegerse. ¿Sabe dónde no está protegido? En Galicia. 

¿Cree que el español está amenazado en Galicia?
Sí. Desde las primeras leyes de imposición lingüística de Fraga, llamadas de normalización y que en realidad son de anormalización. Las lenguas hay que protegerlas, pero sin imposiciones. Y el español es la lengua común. En las escuelas gallegas, el poder educar a tus hijos en español es casi imposible. Y casi es imposible ver los medios en español, fomentados por la Xunta. Hay una imposición del gallego. 

Las estadísticas dicen que cada vez se habla menos gallego en Galicia. Y los medios impresos son todos en español. 
Pues mire, si esto es así, es que la gente, libremente, decide no hablarlo. ¿Los medios? Será así por los lectores, porque preferirán eso, para vender más. Es cuestión de mercado. ¿Amenazado? En la educación, sí. Va camino de Cataluña. 

¿Cree entonces que Galicia puede acabar como Cataluña? 
Sin lugar a dudas. Igual que en Baleares, el gobierno (del PPdeG) comenzó aceptando el "agravio" con el resto de España. Yo sé que el gallego no odia a España. Pero cuando las políticas van en una dirección, es cuestión de tiempo. 

El PPdeG, de alma galleguista, defiende la unidad de España. 
Se le llena la boca, pero cuando ha tenido que defenderla, como en Cataluña, se ha visto. Es más una pose electoral. (El PPdeG) Hace una maniobra de marketing: quiere quedar bien con galleguistas y españolistas. 

Hay un recelo mutuo entre PPdeG y Vox. ¿Difícil entenderse?
El propio Feijóo nos ha llamado de ultraderecha... allá ellos. ¿Qué puede pasar? Ya veremos si ese rechazo –que entra en contradicción con el PP nacional– se mantiene si nos necesitan tras las elecciones. Esas descalificaciones, ese postureo... no les quedará más remedio que sentarse a negociar. 

El martes, miles de mujeres salieron a la calle como respuesta a Vox. ¿Cuál es su lectura?
Esas mujeres representan a una parte de las mujeres, no a la gran mayoría. Las que dicen ser sus portavoces al final son portavoces de un marxismo camuflado de feminismo radical. Para proteger a la mujer hay que combatir la violencia en la familia, en todos sus supuestos. Hay que preservar –que no se está haciendo– la presunción de inocencia y desmontar el negocio de todas esas asociaciones de ideología de género.

Es un hecho que la sociedad se ha tensionado ante lo que parecía un consenso.  
Estamos poniendo encima de la mesa lo que era tabú. Decimos que no se está protegiendo a las víctimas, que se está coartando la libertad, criminalizando a muchos hombres por el mero hecho de ser hombre.

Las estadísticas de asesinadas están ahí. Y con este discurso hay muchísimas mujeres que desconfían de Vox. 
Puede ser. Yo les pediría que nos escuchen a nosotros directamente, no lo que les llega a través de los medios. Y esa desconfianza inicial, que casi seguro venga de la manipulación, se transformará. Primero en rabia por haber sido engañadas, y después en solidaridad y apoyo a Vox.  

La etiqueta de extrema derecha. Ustedes la rechazan y hablan de extrema necesidad. 
Cuando a uno le insulta no se siente cómodo. 

¿Ven un insulto situar a Vox en la extrema derecha ?
Sí, sin lugar a duda. Cuando me dicen fascistas, nazis, totalitarios... nosotros defenemos la democracia, no vamos a los actos de otros a amenazar y a tirar piedras. 

Si 5 es centro y 10 extrema derecha, ¿dónde sitúa a Vox?
Si el totalitarismo –me da igual de izquierda o derecha– es 10, nosotros estamos en el lado opuesto, en el 1. 

C's es centro, y PP centro-derecha...
No me gustan etiqueta trasnochadas. Cuando una carretera o la sanidad funciona, eso no es de izquierda o derecha. A mí me gusta ser soberanista, no sé si eso es de izquierdas o derechas. 

En Europa están alineados con Frente Nacional, Orbán... partidos de la derecha dura. 
Son partidos que han sido calificados así. Nos identificamos con los que defienden tres cosas: una Europa de fronteras seguras, donde se respete soberanía nacional y se mantega la desburocratización. Y ahí nos encontramos con una parte de Italia, Austria, Polonia, Hungría, Francia, Alemania... Orban está en un eurogrupo diferente a Salvini o Alternativa por Alemania.

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