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El talento gallego participa en la puesta en marcha del AVE saudí

Tendido ferroviario del tren de alta velocidad que transportará anualmente a 60 millones de peregrinos
photo_camera Tendido ferroviario del tren de alta velocidad que transportará anualmente a 60 millones de peregrinos

Personal de la constructora Copasa afronta la fase final que une las ciudades santas de La Meca y Medina

 José Alejandro Álvarez, ourensano, 35 años, de O Carballiño, tomó el avión en Estambul que le llevaría a Arabia Saudí. En el trayecto se fue mentalizando. El aparato aterrizó, las puertas se abrieron y se encaminó a la escalerilla. Aquello fue un bofetón en toda la mejilla: unos 40 grados, paisaje desértico, mujeres ataviadas con su abaya, los hombres vestidos con el thawb. “Fue el día más complicado, un auténtico shock” explica tres años y medio después este técnico de administración de Copasa. Forma parte del contingente de expatriados, como se les llama en el argot, que llegaron implicándose en el proyecto de la constructora ourensana, embarcada desde el 2011 con las otras compañías españolas que forman parte del consorcio que ejecuta la obra del tren de alta velocidad entre La Meca y Medina. 
José Alejandro vive en Jeddah, la segunda ciudad saudí, con 3,4 millones de habitantes, a mitad de camino entre La Meca y Medina. En esa urbe que está a orillas del Mar Rojo se ubica el centro operativo del consorcio español que desarrolla el macroproyecto ferroviario. Allí se habla gallego, con acento ourensano incluso. Partieron medio centenar de paisanos hace cinco o seis años, pero hoy quedan menos porque la obra está en su epílogo. 
Sigue también Celso Blanco, ingeniero del departamento de calidad de Copasa. "La vida aquí es bastante sencilla, se trabaja de sábado a jueves", resume. El viernes, como en muchos países árabes, es el día de descanso. Celso, como Alejandro y el resto de la colonia española, se juntan "y solemos dar un paseo por La Corniche (paseo marítimo), comer juntos y visitar algún centro comercial para pasar la tarde y ver las últimas ofertas de aparatos electrónicos, relojes, prendas deportivas", destaca Celso. "Para poco más da esto", dice entre sonrisas Alejandro. Reconoce que no tiene problemas de adaptación. Está curtido: un año en Italia, tres en Rumanía con otra obra de Copasa. Allí conoció a su pareja y ambos se fueron a Jeddah para que él trabajase en el proyecto del AVE. Para ambos la felicidad está en el vientre de ella: serán padres "del futuro primer ourensano nacido en Arabia Saudí", dice en el texto que acompaña a la ecografía del bebé que nos envía por correo. 
Una parte de la familia de Alejandro está en México, la otra parte en Venezuela. La última vez que estuvo en Ourense fue en septiembre del 2016 y se consuela pensando que en julio de este año vuelve.
A Celso Blanco tampoco le resultó "muy difícil tomar la decisión de venir a Arabia y participar en este proyecto, ya que representa un reto profesional muy importante". 
A COCINAR
Hay muchos puntos en común entre los expatriados ourensanos: echan de menos a su familia y tomar jamón, no necesariamente por este orden. La religión musulmana prohíbe la ingesta de carne de cerdo y el alcohol. "Este país, al tener dinero, tiene de todo y no le falta de nada, lo único que se echa en falta es poder beber una cerveza o comer un poco de jamón", se queja Celso Blanco. 
Quien entiende perfectamente el indisimulado lamento es Marcial Arce, también ourensano, y chef ejecutivo durante tres años de la base de vida —así se le llama a los asentamientos de los profesionales que trabajan para el AVE saudí— dirigiendo un macroequipo en las cocinas de última generación para elaborar más de 600 menús en cada base —200 para españoles—. Bengalíes, yemeníes o coreanos trabajaban a sus órdenes. "El trabajador asiático es disciplinado y aprende rápido", subraya Marcial. Cada día, "entre doce y catorce menús diferentes", recuerda, para el personal del centro operativo, pero también para todos los empleados que trabajaban en las vías, a más de cien kilómetros, que esperaban la llegada de los menús que viajaban en furgones isotérmicos para soportar los casi 50 grados de temperatura.
Carne de ternera, cordero, pollo, pescado y marisco del vecino Mar Rojo, pero nada de carne de cerdo. "Te acabas acostumbrando", dice Marcial, curtido como chef de hoteles durante veinte años, formado en cocinas de medio mundo, hasta que quedó seducido por el proyecto de Copasa. Hace unos meses que regresó para hacerse cargo de un negocio familiar en A Coruña y evoca que "ha sido un reto muy gratificante".
También como una apuesta se lo ha tomado el resto de la colonia ourensana que trabaja para Copasa. José Alejandro no dudó en responder afirmativamente cuando la compañía se lo propuso. Se define como cosmopolita y ciudadano del mundo y tiene las maletas siempre hechas. Celso Blanco adopta un papel más institucional y resume como "un orgullo trabajar en este proyecto que contribuye de manera significativa al desarrollo y vertebración del país".  

Al servicio de la oración
El AVE del desierto es, a la postre, un medio de transporte al servicio de la oración: una línea de alta velocidad que va a trasladar a cientos de miles de peregrinos entre las dos ciudades, sobre todo en el mes de Ramadán y en la semana del Hajj. Las convicciones religiosas, hasta tal punto prendidas en la cultura musulmana, lo condicionan todo. Como indica Celso, "hay que respetar sus creencias religiosas, como las horas del rezo, durante las que cierran los establecimientos para que la gente vaya a las mezquitas a rezar".  Y añade: "Hasta las gasolineras cierran y a veces tienes que esperar a que termine el rezo para poder llenar el depósito".
Aún así, se han adaptado bien. "El musulmán es hospitalario", apostilla Marcial Arce. José Alejandro, por su parte, ha decidido implicarse y el viernes (festivo) se levanta a las cinco de la mañana "para entrenar a niños saudíes e indios al fútbol, así mato mi tiempo libre". Es una alternativa porque "solo hay playas privadas y centros comerciales; no hay cines, ni bares, ni ocio de ningún tipo". 
 

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