Galicia

La seguridad de gasolineras desatendidas, en tela de juicio

Un conductor reposta en una estación de servicio.
photo_camera Un conductor reposta en una estación de servicio.

Empresarios y trabajadores de estaciones de servicio cifran entre 300 y 500 los empleos en peligro

La Federación Galega de Estaciones de Servicio (Fegaes), la organización de consumidores Facua Galicia y sindicatos advirtieron de que las gasolineras desatendidas "no garantizan la seguridad" de los usuarios y que su apertura en la comunidad provocará "la pérdida de entre 300 y 500 puestos de trabajo". En una rueda de prensa conjunta en Santiago, los representantes de Fegaes, Comisiones Obreras, UGT y CIG criticaron la intención de la Xunta de Galicia de abrir esta modalidad de gasolineras e hicieron hincapié en los riesgos que pueden suponer para la ciudadanía y para la economía.
En primer lugar, tomó la palabra el presidente de Fegaes, Benigno Redondo, que desmintió que los precios de los carburantes en Galicia sean los más elevados del país. En este sentido, comentó que manejan informes que señalan que "Galicia está entre la sexta y la octava comunidad" con los precios del combustible más alto. Además, Redondo recordó que "el céntimo sanitario está unificado en toda España" desde comienzos de año, de modo que "se juega con las mismas armas" en todo el territorio. "El principal argumento de los precios, una vez unificado este impuesto, se echa por tierra", insistió.

INSEGURIDAD
El presidente de Fegaes comentó que, aunque "no" están "totalmente en desacuerdo" con la implantación de las estaciones desatendidas, sí que creen que "se tienen que regular" ya que "no garantizan la seguridad de los usuarios" y que "vulneran derechos para los consumidores", como la existencia de hojas de reclamación, la atención a personas de movilidad reducida o la comprobación de la medida de los surtidores. Puso como ejemplo que "el sistema contra incendios homologado por la Xunta solo funciona en casos de vientos inferiores a 4,8 metros por segundo" y que "según datos de Meteogalicia, los vientos medios en Galicia son superiores a 9 metros por segundo".
El responsable de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, Ángel Marinero, advirtió de que las mangueras dejan restos de "productos cancerígenos", e hizo  hincapié en el peligro que supone para colectivos como "mujeres embarazadas". Por su parte, el secretario general de UGT FICA Galicia, Javier Carreiro, aseguró no entender "que los consumidores puedan manejar productos peligrosos sin formación específica, como se le pide a los trabajadores".
También se manifestó sobre los riesgos en materia de seguridad el responsable de transportes de la CIG, Jesús Pastoriza, que aludió a la existencia de "incidentes" en gasolineras atendidas, como "derrames, borrachos, drogados y gamberradas varias" para asegurar que "no se sostiene desde ningún punto de vista".
Los responsables sindicales pidieron al Gobierno gallego que se les tenga en cuenta para fijar una regulación, como sí que existe en otras comunidades españolas. Marinero señaló que "hay más de cien estaciones que han solicitado este servicio" y ha avanzado que "va a destruir entre 300 y 500 puestos de trabajo". El responsable de CCOO argumentó que "van a quitarle litros a las estaciones tradicionales", con lo que "los empresarios, por causas objetivas, van a tener que despedir a trabajadores ya que los resultados no les van a cuadrar".
Sobre este particular, Javier Carreiro resaltó que los puestos de trabajo de las estaciones de servicio que defienden "son estables, están regulados y no son precarios". "Si queremos tener sanidad, educación y pensiones hay que cotizar. Algún día van a tener que pagar impuestos y nuestra jubilación los robots y máquinas que hacen el trabajo", puntualizó irónicamente el representante sindical durante la rueda de prensa.

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