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Pontevedra vive su Feira Franca

El torneo medieval es una de las actividades que los visitantes no quieren perderse en la Feira Franca de Pontevedra, el primer fin de semana de septiembre.
photo_camera El torneo medieval es una de las actividades que los visitantes no quieren perderse en la Feira Franca de Pontevedra, el primer fin de semana de septiembre.

La edición de este año, que se prevé multitudinaria, es el 3 de septiembre y estará dedicada a la música

La Feira Franca es, desde hace años, una cita ineludible para las gentes de Pontevedra y los millares de visitantes que disfrutan de ella, un cierre apoteósico de los días de verano. Este año se celebra el sábado 3 de septiembre, aunque el viernes por la tarde ya podrá verse a pregoneros a caballo.
Es un viaje al siglo XV en el que participa toda la ciudad. Artesanos, canteros, herreros, palilleiras, cesteros, alfareros, rederas, carpinteros, músicos, juglares, campesinos, artistas, comerciantes, damas y caballeros que acercan el tiempo del privilegio concedido a Pontevedra por el rey Henrique IV, en el año 1467, en virtud del cual se autorizaba la celebración de un mercado libre de impuestos de un mes de duración.
La Feira Franca, que tiene lugar en la zona monumental de la capital del Lérez todos los años en el primer fin de semana de septiembre, toma forma desde el año 2000 con la organización de diversas actividades lúdicas de raigambre histórica, que van desde la representación del transporte del vino o el torneo medieval, incluso los espectáculos de cetrería, tiro con arco, esgrima o las exhibiciones de música y danza que hechizan las jornadas del viernes a partir de la tarde y de todo el sábado.
Pero, sobre todo, lo que hace especial y distinta esta fiesta medieval, declarada Fiesta de Interés Turístico por la Xunta de Galicia en 2013, son los millares de personas que se visten de época para comer en las plazas y calles, en mesas montadas y decoradas por ellas mismas, siguiendo las pertinentes normas estéticas y utilizando tan sólo materiales existentes en la segunda mitad del siglo XV, así que el público es también actor sobre el escenario de la ciudad vieja.
Cuentan los bandos que corría el año 1467 cuando el rey Henrique IV de Castilla le otorgó a Pontevedra el privilegio para instaurar un mercado libre de impuestos de un mes de duración, quince días antes y otros quince después del 24 de agosto, festividad de San Bartolomé. Y fue con el fin de recordar aquella concesión que a comienzos del siglo XXI el departamento de Festas del Concello de Pontevedra decidió recrear un mercado medieval en la praza da Ferraría, invitando la todos los vecinos a integrarse en la celebración de ese hito histórico.
Tal fue la buena acogida que ha sido preciso extender los lindes del espacio de la fiesta paulatinamente, hasta abarcar la totalidad de la zona monumental e incluso algunas áreas limítrofes. La praza da Ferraría mantuvo, sin embargo, su condición de centro neurálgico, y se consolidó como el lugar escogido para la representación de oficios tradicionales. Por su parte, en la praza de Santa María se acabarían instalando la mayor parte de los artesanos, y la alameda y la praza de Curros Enríquez cuenta con el mayor número de puestos de alimentación. Y he aquí que a medida que se sucedían las ediciones, la cantidad de personas que se vestían de época y solicitaban participar bien como artesanos, hosteleros o en la sección de comidas y cenas en la calle son también cada vez mayor.
Desde el año 2000 la organización decidió dedicar a un tema concreto cada edición y en este 2016 girará alrededor de la música. n

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