Galicia

La policía se incauta del ordenador del atracador en busca de un móvil

En el registro a la vivienda del asaltante al supermercado de Ourense también se recogió un libro electrónico y un currículo

Carlos Estefano G.I. (35 años) pasará esta mañana a disposición judicial por cinco delitos en relación al tiroteo protagonizado en el Mercadona de As Lagoas y que, pese al pánico provocado, se saldó sin heridos. Hasta el momento, se negó a declarar. Guarda mutismo total sin dar muestras, en palabras del subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, "de estar arrepentido o contrariado". Actúa, aseguró ayer, "como si hubiera cometido una hazaña". El propio Castro valoró que todo apunta a que "no está en sus cabales".
 La Policía Nacional apuró hasta el último momento el plazo legal establecido para su puesta a disposición judicial para completar el atestado y hace un primer análisis sobre la motivación del detenido, ya que, según cree, su móvil no era el robo de los 1.200 euros que cogió de la caja.
El érratico proceder del asaltante -realizó seis disparos y entre tanto se comió dos plátanos- apunta hacia un estado mental desconpensado, algo que deberá determinar el forense de guardia en una primera evaluación que realizará antes de que lo interroge el juez esta misma mañana. Precisamente, ese examen podría ser decisivo para que el juez decida ingresarlo en el módulo carcelario del CHUO para recibir tratamiento o bien enviarlo a prisión. 
Aún así, el magistrado ante el que declarará como investigado quiere descartar cualquier otra opción y por eso autorizó una entrada y registro en su domicilio, en el mismo bloque en donde está el supermercado, en la noche del miércoles. La policía se incautó de un ordenador portátil, un libro electrónico y un currículo en papel para examinar su contenido y de esta forma descartar su vinculación con foros terroristas o bandas organizadas, según precisaron a este diario fuentes cercanas al caso. En el currículo, aparece los distintos países en los que residió el detenido y sus trabajos. Entre ellos, Londres, en donde el 13 de  agosto de 2013 fundó su propia empresa, Twenty Seconds to Impact Ltd., una sociedad unipersonal que disolvió en marzo de 2015, aunque no consta su actividad. También escruta su teléfono móvil, que llevaba consigo en el momento del arresto.

No había más armas en casa


El registro, según esas mismas fuentes, también tenía como objeto descartar que tuviera más armas en su poder tras la escopeta de caza que utilizó en el tiroteo (estaba a nombre de su padre) y los 11 cartuchos que llevaba consigo.
Carlos Estefano G.I., quien llevaba medio año residiendo en la ciudad en la casa de su padre, entró a las dos de la tarde del miércoles al Mercadona de As Lagoas a comprar un pimiento para acto seguido regresar de nuevo, pero por la entrada de la calle Bernardo González Cachamuíña, con una escopeta en la mano. En un primer momento, realizó cuatro disparos hacia el techo, al tiempo que arrojaba al suelo las botellas de la bodega del súper y se comió un primer plátano para, acto seguido, apoderarse del dinero de la caja. Posteriormente, se encaró a un policía local que le apuntó con su arma desde el exterior e hizo dos disparos. Uno, hacia un cartel elevado y el otro, según el agente, en su trayectoria, pero impactó en el cristal blindado. Acto seguido, depositó el arma en la cinta de la caja y se dispuso a comer otro plátano. De hecho, cuando se arrodilla en el suelo, por indicación de la policía, sigue con el plátano en la mano.
La policía nacional le imputa cinco delitos: tenencia ilícita de armas, daños (destrozos en el supermercado), robo con violencia (se apoderó de 1.200 euros), atentado a la autoridad (encañonó al policía local) y tentativa de homicidio (por los disparos  cuando había clientes y empleados en el interior). 

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