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El Noroeste sigue penalizado sin AVE 26 años después de la primera línea

A MEZQUITA (ESTACIÓN DE VILAVELLA). 28/06/2018. OURENSE. Imágenes para especial de la línea de alta velocidad. FOTO: ÓSCAR PINAL.
photo_camera Obras del AVE en A Mezquita, cerca de la estación de Vilavella.

Las constructoras cifran en 3.800 millones el coste de inversiones clave pendientes para el desarrollo

nnn Harto de su "aislamiento histórico", el Noroeste peninsular mueve ficha para intentar equilibrar una balanza que ha ido proporcionando beneficios palpables a otros rincones del Estado, especialmente en el Mediterráneo.
Una alianza empresarial en la que se han incluido las patronales de Ourense, Lugo, Pontevedra, A Coruña, Asturias, León, Zamora y Salamanca exige medidas urgentes para, entre otras cosas, conseguir esas inversiones en infraestructuras tantas veces prometidas pero que siguen sin materializarse, lo que deja en clara desventaja a los sectores productivos y, en consecuencia, a los 4,7 millones de habitantes que residen en estas provincias.
En un informe elaborado hace unos meses, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) desgranaba una larga lista de infraestructuras prioritarias en España. Solo en las provincias implicadas en el lobby empresarial del Noroeste, hay proyectos fundamentales que requieren todavía una inversión cercana a los 3.800 millones de euros.

servicio ferroviario
El principal caballo de batalla a nivel de infraestructuras se enmarca en materia ferroviaria, con un claro agravio en la apuesta por la alta velocidad. A día de hoy, de las ocho provincias que sellaron el pacto solo León, en su conexión con Madrid, está disfrutando de los trenes AVE, cuando ya han transcurrido más de 26 años de la puesta en funcionamiento de la primera línea de estas características, la que enlazaba Madrid con Sevilla.
Desde 1992, las obras han ido concluyendo en otros lugares de España, pudiendo disfrutar en estos momentos de conexiones de altas prestaciones Valladolid, Cataluña, Aragón o Comunidad Valenciana, entre otras.
Mientras, las líneas a Galicia y Asturias acumulan retrasos muy significativos desde que se planificaron. La primera ha contado ya con cinco plazos de finalización desde la primera fecha de 2010 y, en el mejor de los casos, no estará en servicio hasta mediados de 2020, eso sí, incompleta al no haberse puesto ni siquiera la primera piedra del tramo entre Taboadela y la estación de Ourense, lo que obligará a utilizar el corredor convencional adaptado.
A día de hoy, el trazado de alta velocidad llega solo hasta Zamora, pero los trenes que se utilizan todavía son los Alvia.
En una situación similar está la conexión de Madrid y Asturias, que a partir de León sigue utilizando el viejo trazado. La variante de Pajares, que también ha incurrido en varios retrasos, es el principal escollo para lograr una conexión moderna con el norte peninsular.
Fuera del AVE, los territorios del Noroeste padecen también unos servicios manifiestamente mejorables. Sin una red de cercanías, la movilidad en Galicia sufre, a excepción de en el corredor atlántico y en el eje Ourense-A Coruña una merma de competitividad en líneas como las de Ourense con Vigo y Lugo o A Coruña con Ferrol. El tren del norte, que circula por vía estrecha, también sufre un importante abandono.

mercancías
Con mucho retraso respecto al corredor mediterráneo, que siempre se ha priorizado desde el Ministerio de Fomento para conectar Andalucía, Murcia, Valencia y Cataluña con el continente, Galicia y Asturias lograron a mediados de este año arrancar el compromiso de que el trazado convencional que entra a la Comunidad gallega por Valdeorras y tiene su punto nodal en Monforte para, bifurcarse allí, a Ourense y Vigo por un lado y A Coruña por otro, sea incluido en el corredor atlántico y opte así a los fondos europeos de la próxima década.
Sin este logro, que todavía debe ser refrendado en varias instancias comunitarias, el aislamiento del Noroeste peninsular se acentuaría, suponiendo una estocada casi definitiva a la competitividad de las empresas.

carreteras
La vertebración de Galicia, León y Asturias es todavía una asignatura pendiente. Son muchas las carencias por resolver dado que vías de alta capacidad contempladas en los planes del Ministerio de Fomento desde hace lustros como las autovías desde Ourense a Lugo 
(A-56) y a Ponferrada (A-76), están muy lejos de ser una realidad.
Asimismo, sigue pendiente la finalización de la A-54 (Santiago-Lugo), que cuenta, eso sí, con un plazo ya comprometido de finalización, en 2022. También entraron en los últimos años en servicio los tramos gallegos de la A-8, planificada para conectar todo la franja cantábrica hasta Francia, pero que sufre continuamente en plena provincia de Lugo problemas por la niebla que obligan a cortes periódicos en un tramo en Mondoñedo.
El "agravio" se produce también en la AP-9, que soporta unos peajes elevados sin que se encuentre una solución. La petición unánime desde Galicia para hacerse con su titularidad ha caído en saco roto. n

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