class="p1">Un matrimonio y su hijo están muy graves tras cenar posiblemente amanitas en su casa de Seixalbo
Un matrimonio residente en Seixalbo (Ourense) y su hijo mayor se debaten entre la vida y la muerte tras la ingesta de setas venenosas, posiblemente de la familia de las amanitas (phalloides, virosa o verna) más habituales en la provincia de Ourense. Los tres están ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, a donde llegaron en dos tandas.
Abilio José Vieira , de 66 años, y María de los Ángeles , de 59, fueron evacuados en ambulancia pasadas las doce de la noche, tras la llamada efectuada por un vecino del inmueble contiguo que escuchó sus gritos de auxilio. Ella, inconsciente y él, muy debilitado. Esta circunstancia impidió que alertasen a los sanitarios de que el hijo pequeño, Pablo, de 36 años, estaba en otra habitación, también con el mismo problema de intoxicación grave por setas. Este último fue trasladado al hospital pasadas las nueve de la mañana en estado grave cuando su hermano mayor, que regresaba del trabajo nocturno en una panadería, vio el mal estado en el que se encontraba Pablo. El hermano mayor, pese a que comparte vivienda con el resto de la familia, se libró de la intoxicación porque, según los vecinos, no le gustan las setas.
Tratamiento
Los tres intoxicados permanecían en la tarde de ayer en la UCI sometidos a hemodiálisis para intentar eliminar la máxima cantidad de tóxico de su organismo, y así aminorar la afectación del hígado y riñones.
Según los datos proporcionados por el Sergas relativos a ingresos por envenenamientos de setas en hospitales públicos de Ourense, en el periodo comprendido entre el año 2000 y 2010, hubo ocho ingresos por intoxicaciones, detectadas en 2000, 2001, 2002, 2008 y 2009, siempre entre los meses de septiembre y noviembre. Todos los pacientes, salvo uno que murió en noviembre de 2001, fueron dados de alta y consiguieron sobreponerse a las complicaciones derivadas del envenenamiento por ingesta de hongos.
En el otoño de 2012, murió Mateo Losada Veintemillas, natural de Oulego (Rubiá), en el Hospital Río Ortega de Valladolid, por comer setas venenosas.
