Galicia

El juicio quedó visto para sentencia, con la defensa pidiendo la absolución

El acusado, durante el juicio
photo_camera El acusado, durante el juicio

 La Fiscalía mantiene la pena de 20 años de prisión para el hombre de nacionalidad italiana acusado de ser el supuesto asesino del hombre que lo alojaba en la localidad coruñesa de Outes, cuyo cuerpo acabó enterrado en un pozo cubierto con cemento

. Así lo indicó el representante del Ministerio Público en la última sesión del juicio, que comenzó a celebrarse el pasado viernes en la Audiencia de A Coruña, contra Mirko S. por los hechos ocurridos la noche de San Juan de 2011. 
En esta última sesión, en la que las partes reiteraron su visión sobre los hechos que acabaron con la vida de Ramón R., declararon varios peritos forenses, propuestos por la defensa, que señalaron que la herida que tenía el acusado en la mano "podría ser una herida de defensa". Mientras, otros expertos de la Guardia Civil explicaron que se encontró "una mezcla de perfiles genéticos" en diferentes estancias de la casa, con sangre tanto de la víctima como del acusado. 
También, ante el jurado popular, prestó declaración uno de los hijos de la víctima, que aseguró que tanto él como sus hermanas mantenían una "relación normal" con su progenitor. "No había conflicto", añadió este testigo. 
En su último turno de palabra, el acusado, quien en la primera sesión reconoció los hechos pero alegó defensa propia tras ser supuestamente atacado con un cuchillo por la víctima, quiso "pedir perdón" a la familia del fallecido. 
En su exposición de las conclusiones, la Fiscalía considera al procesado, como ya planteaba en su escrito de calificación provisional, responsable de un delito de asesinato. En este sentido, se reafirmó en su convicción de que el acusado "golpeó" con un martillo a la víctima. Ante el jurado, el Ministerio Público hizo referencia a las diferentes pruebas periciales de los forenses y psicólogos que aseguraron que el acusado "era consciente" de lo que hacía y que no padecía ningún trastorno mental. En concreto, resaltó un informe de peritos psicólogos que indicaron que Mirko tiende "a la simulación" y que descartaron que éste sufriese un "trastorno de personalidad", del que habría advertido el propio procesado. 
Además de la pena de prisión, la Fiscalía solicita 100.000 euros de indemnización para los tres hijos de la víctima. La acusación particular, por su parte, eleva la pena a 25 años y a 150.000 euros la cantidad a indemnizar. 

LIBRE ABSOLUCIÓN 
Frente a ello, la defensa insistió en que el acusado, que "confesó" los hechos, "nunca quiso matar" a Ramón y asegura que su reacción fue "inmediata" e "involuntaria" tras ser atacado con anterioridad por la víctima. Por ello, mantiene la petición de libre absolución alegando legítima defensa y "trastorno mental transitorio". 
Precisamente, sobre este último aspecto, el abogado del procesado recordó que hay informes psicológicos, llevados al juicio, que acreditan que Mirko se caracteriza por una personalidad "compulsiva" y que tiene diagnosticado "neurosis depresiva" y "ansiedad".  Junto a ello, hizo  hincapié en el "acoso" al que estaba sometido el acusado por parte de la víctima, quien lo "obligaba" a mantener relaciones sexuales. n 

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