15 aniversario del prestige

Juan Luis Pía: "El Supremo nos corrigió y lo hizo muy bien"

El magistrado Juan Luis Pía, en su despacho oficial en A Coruña.
photo_camera El magistrado Juan Luis Pía, en su despacho oficial en A Coruña.

El magistrado del TSXG leyó hace cuatro años la sentencia absolutaria de la Audiencia de A Coruña

n n n El magistrado Juan Luis Pía, presidente del tribunal que enjuició en la Audiencia de A Coruña la marea negra del Prestige, recuerda en una entrevista este proceso que concluyó con una sentencia absolutoria y que el Tribunal Supremo "corrigió y muy bien" al estimar la existencia de responsabilidad penal. El magistrado, perteneciente ahora a la Sala de lo Civil y de Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) , leyó un día como ayer hace cuatro años una sentencia que, inicialmente, ponía punto y final a un largo proceso con una compleja instrucción que dilató durante diez años el juicio por este accidente, el de mayores dimensiones celebrado en Galicia.
Ahora Pía, que pese a obtener plaza en el TSXG pidió seguir con la ejecución de la sentencia, ultima el auto que cuantificará el importe de las responsabilidades civiles por los daños. "Se sabrá públicamente" esta semana y cabrá recurso ante el Tribunal Supremo, avanza. El juicio del Prestige ha sido el más largo al que se ha enfrentado Pía, asegura  en el decimoquinto aniversario de la peor catástrofe medioambiental en la historia de España. "Me temo que no habrá muchos juicios más largos en la historia de la jurisdicción española", subrayó el magistrado, que no recibió presiones "ni antes, ni después ni nunca", ni aspiró a sentar jurisprudencia porque no es su "función".

dedicación exclusiva
Pía se dedicó en exclusiva a esta causa hasta que se falló. Duró ocho meses, 400 horas en 89 sesiones, y contó con 204 declaraciones de testigos y peritos; además de una "ingente base documental", hubo que examinar "muchas cuestiones" y escuchar las alegaciones de las partes, por lo que "todo ello complicaba la cuestión". "Cuando reduces la carga trabajo a un solo asunto, casi casi te obsesionas", confiesa el magistrado.
La "consternación" que compartió con gran parte de la sociedad civil aquel 13 de noviembre de 2002, cuando se sintió "abrumado, como todo el mundo, por la desgracia que nos cayó encima y que parecía de difícil solución", dio paso diez años después a la "responsabilidad" con la que afrontó el caso desde el primer día de juicio, "no mucho más allá que en cualquier otro". "No es ningún tipo de presunción". El caso Prestige tuvo la "dificultad añadida" por el volumen de partes, documentación y duración, pero fue "como cualquier otro juicio penal".
La Audiencia coruñesa sentenció que no había responsabilidad penal y exculpó a los tres acusados, el capitán del buque, Apostolos Mangouras; el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, y el exdirector general de la Marina Mercante José Luis López Sors, de delitos contra el medioambiente, y solo condenó a Mangouras a nueve meses de prisión por desobediencia grave. "Fue un trabajo más penoso, más minucioso y más dilatado" que otros, explica sobre la sentencia, porque el fallo sobre un caso normal "en lo peor lleva un par de tardes completas, pero este es un asunto que llevó meses relatarlo". n

Te puede interesar