foro la región

Ignacio Rivera: "Las empresas son personas, y si éstas no son felices, la cosa no va bien"

Ignacio Rivera, durante su conferencia sobre la empresa f  amiliar y sus claves de éxito en Expourense.
photo_camera Ignacio Rivera, durante su conferencia sobre la empresa familiar y sus claves de éxito en Expourense.

El consejero delegado de Hijos de Rivera, Ignacio Rivera, desgranó las claves para el triunfo de la empresa familiar en Foro La Región, que pasan por la diversificación y “un buen clima laboral”

Ignacio Rivera, consejero delegado de Hijos de Rivera, acaparó la atención del aforo del salón de Expourense, donde se desarrolló ayer el almuerzo-coloquio de Foro La Región, en colaboración con Banco Pastor, sobre la empresa familiar y sus recetas de éxito, por medio de un recorrido ameno y punteado de anécdotas y vídeos de la vida de la empresa coruñesa y las razones de su implantación internacional.


 Previamente, el director del diario La Región, José Pastoriza, señaló que con la conferencia de ayer, Foro La Región, que acumula ya 21 años y más de 400 ponentes, volvía "al mundo de la empresa, con la misión de exaltar y difundir el rol de la empresa y del empresario y situarlo en el lugar que le corresponde, ni más ni menos, que por lo que es: una figura esencial en el desarrollo de los pueblos".


El consejero delegado de Hijos de Rivera hizo especial hincapié en que "la empresa es, ante todo, personas, y si la gente que trabaja en esa empresa no es feliz, la cosa no va bien". Abundó más en esta idea: "En nuestra empresa establecimos un sistema de retribución justa, de modo que si el buen clima laboral de la plantilla baja, los directivos cobramos menos". Es una de las claves que expuso como garantía de éxito empresarial. Otra, no menos importante, es "rodearse de gente que sepa más que tú, pues así siempre aprenderás más".


Ignacio Rivera hizo un recorrido por la historia de la empresa desde que en 1906 la fundó su bisabuelo, José María Rivera Corral, "un emigrante que recaló primero en  Cuba, donde no tuvo éxito, y después en México, donde abrió un negocio de horchata donde ya figuraba la palabra Estrella. Al volver a Coruña instaló la cervecería en Cuatro Caminos". Era el germen de lo que a día de hoy es Hijos de Rivera, una empresa que ha dado un salto exponencial desde el 2009, pasando de los 101 millones de litros a los 203 del 2015. "Nuestro objetivo es alcanzar los 400 millones y para ello estamos negociando con el Concello de A Coruña y la Xunta de Galicia la reconversión de suelo deportivo -correspondiente a un campo de fútbol, cuyo traslado sufragaría la empresa- en industrial para contar con 12.000 metros cuadrados  donde poder fabricar esa cantidad de litros con una inversión de 150 millones de euros". Otro de los datos que hablan de la buena gestión de la empresa es el incremento en cuanto a facturación, al pasar de los 168 millones de euros de 2009 a los 332 del pasado año.


Buena parte de culpa de esos registros se encuentra en los dos pilares que han marcado la evolución de la empresa con Ignacio Rivera en la dirección: diversificación de mercados y de productos.


En el primer apartado, Rivera subrayó que, "aunque en un primer momento apostamos por la distribución en otros mercados, no avanzamos lo que queríamos y ahora abrimos una nueva línea  de filiales". En este momento la empresa vende sus productos en algo más de  30 países repartidos por tres continentes.


Por otra parte, en el apartado de diversificación de productos tiene nombre propio el agua, muy destacadamente Cabreiroá, producto premium de la marca. "A la empresa llegué como consejero delegado en el 94 y ha sido más fácil crecer, puesto que hemos pasado de 42 millones de litros a 152 desde 2009", explicó Ignacio Rivera.
Rivera dedicó parte de su exposición a los esfuerzos de la marca  por introducirse en el mundo de la esponsorización, que se han traducido en convenios con Celta y Deportivo, en fútbol; el mundo de las motos y el de la F1, "con Carlos Sainz", señaló Rivera.


El consejero delegado de Hijos de Rivera cerró su intervención explicando que la receta mágica que ha hecho posible el crecimiento de su empresa familiar ha sido "primero hacer planes estratégicos cualitativos con un horizonte siempre menor a tres años y que no estén marcados por lo cuantitativo; tener una cultura cervecera, que debe inculcarse en quienes la elaboran dentro de la empresa, que deben conocer todo el proceso; orientarnos a las diferentes tipologías de cliente, porque el éxito de nuestros distribuidores es el nuestro; que los trabajadores estén contentos y rodearte de gente mejor que tú, que te enseñará más".


Cinco claves que se unen en el caso de la empresa de Hijos de Rivera a un vínculo muy estrecho de buena parte de sus trabajadores con la historia de la marca, "muchos son sobrinos, hijos o nietos de trabajadores", explicó Ignacio Rivera y lo mostró en un vídeo en el que uno de los protagonistas, Ricardo Morandeira, señalaba: "Es más importante trabajar y hacer bien las cosas, que tener suerte". El lema de una empresa.

Motos, tanques de cerveza en las urbanizaciones, Estrella y Galicia

El consejero delegado de Estrella Galicia, Ignacio Rivera, empezó el turno de preguntas y respuestas del foro de La Región hablando... de Inditex. "Ha cambiado totalmente la morfología de la ciudad. A Coruña ha vivido una transformación radical. Y nosotros ponemos nuestro granito de arena". El economista Valentín Verdejo le había interpelado sobre la importancia del tejido industrial. Respondió lanzando una diatriba sobre las "maravillas" de Galicia, a la que en una intervención posterior le reclamó más unión. "¿Estar en la camiseta de Dépor y Celta? Lo llevamos a mucha honra. Hace unos años escuché en Vigo como pedían 'una turca', refiriéndose a una cerveza nuestra. La llamaban así, pero la pedían. Me parece ridículo andar con estar rivalidades. Dejémonos de tonterías y sintámonos aquí tan gallegos como lo hacemos cuando estamos fuera". 
Para Hijos de Rivera, Galicia es origen y también apellido. Un rasgo comercial que hace años unos asesores recomendaron abandonar para crecer por España. "Afortunadamente no les hicimos caso. Fuimos fieles. Y eso nos permitió comunicar que Galicia es una tierra de calidad. Algo clave en nuestra estrategia", desveló Rivera después de que el periodista Xosé Carballo se interesase por el nivel de importancia que tiene la comunicación en su empresa. 


Con su DNI intacto, Estrella Galicia lleva años inmersa en un proceso de internacionalización. Presentes en 35 países –"aunque solamente tenemos planes específicos para una decena", moduló Rivera–, el consejero delegado de la empresa coruñesa descartó la existencia de indicadores que faciliten por dónde tirar en el mapamundi: "La receta está en sufrir, picar piedra, intentar entender la región y captar talento local". 


Rivera explicó que, de inicio, tiraron de los mercados donde estaban emigrantes gallegos –"sirve para aterrizar, para asentarse". Un posicionamiento en Alemania, Suiza, Inglaterra o Portugal. Luego llegó Brasil: "Latinoamérica es un mercado natural y Brasil es una Europa, con todas sus potencialidades. Asia es exploración. Entramos a ver qué se puede hacer". En esas están también en Italia. "La imagen de los pilotos de nuestros equipos nos permiten jugar ahí". 


Esa incursión publicitaria –en MotoGP, Moto2 y Moto3– también salió en la conversación. ¿Se mantendrá? "Todo empezó con una pegatina en el guardabarros de Marc Márquez. No estamos nada contentos con que las motos se dejasen de retransmitir en abierto –desveló Rivera–, pero nuestro plan es continuar. Tenemos el reto también de la F1. ¡Una empresa gallega ahí! Apoyamos a Carlos Sainz desde que está en karts, soñamos que algún día será campeón del mundo". Siguiendo por esa línea, Benigno Vázquez, de la Federación Galega de Automovilismo, preguntó a Rivera si se planteaban patrocinar el campeonato gallego de rallys. Después de descartarlo –"no queremos diversificar más"–, el coruñés sacó a colación un viejo anhelo: "Sueño con un circuito gallego. Sería fantástico para todos". Ahí hablaba como directivo de Estrella Galicia, pero también como aficionado del motor. Una las pasiones reconocidas de Ignacio Rivera. Otra es, sorpresa, hacer cerveza. "¿Que qué haría si un día me levanto y decidido abandonar Estrella Galicia? Volver a los orígenes, ser como mi bisabuelo, un pequeño cervecero". 


 Rivera también tiene claro que los agostos son sagrados. "Son para mi familia, caiga quien caiga. Durante el año trabajo de sol a sol, viajando muchísimo además. Y en las vacaciones aprovecho para recuperar el tiempo perdido".


Cerrando, le preguntaron sobre el futuro de la cerveza. ¿Ocupará menos espacio en las neveras? "Espero que no. Aunque tuve una idea de un depósito para urbanizaciones... me llamaron loco. Pero no lo descarto", explicó divertido, antes de conceder que, en una cena íntima, podría beber vino. "Después de una buena cerveza, seguro". n

Te puede interesar