Galicia

El genio que hizo de Galicia marca

Luis Carballo, con Camilo José Cela en la presentación de Galicia Moda, en el Centro Conde Duque de Madrid en julio de 1984.
photo_camera Luis Carballo, con Camilo José Cela en la presentación de Galicia Moda, en el Centro Conde Duque de Madrid en julio de 1984.

Luis Carballo creó el eslogan "la arruga es bella", el diseño del Pelegrín y del Xacobeo 93, e hizo que la pasarela mundial se girase hacia Galicia para ver "el primer producto no tercermundista que ofrecemos los gallegos", según dijo Cela. 

La trascendencia de la figura de Luis Carballo para Galicia todavía no ha sido ponderada en su justa medida. "Fue un triunfador durante su carrera profesional, pero a todos los grandes hombres se le comienza a valorar cuando fallecen", reconoce Víctor Manuel Vázquez Portomeñe, el conselleiro de la Xunta que confió al creador -era mucho más que un publicista- el diseño del icónico Pelegrín que catapultó el Xacobeo 93 y el Camino de Santiago. El momento entonces es ahora. Luis Carballo se apagó en Vigo la semana pasada cuando creyó que había llegado la hora de reunirse con su inseparable Julia. También sin hacer ruido entregó en su día las llaves de la agencia a su hija Nuria. Pasó los últimos años entre Panxón y Vigo. Continuó hasta el último aliento levantándose a las 6.45 de la mañana, daba caminatas de varios kilómetros, leía, pintaba y conversaba con los nietos, familiares y amigos sin esperar reconocimientos ni homenajes. "Es que tampoco iba a recoger los premios. No necesitaba un Oscar, sino que la gente disfrutase con la película y la suya fue la de servir a Galicia. Él siempre estaba hablando de Galicia y de crear una identidad por una vía distinta a la del folclore, los tópicos y la nostalgia. Decía: 'No te quejes, crea", comenta su hija Nuria. 
Lo consiguió. Pero esta apasionante historia en la que desarrolló el aclamado eslogan "la arruga es bella" para Adolfo Domínguez y después consiguió que la pasarela mundial se girase sorprendida hacia Galicia -incluso Jordi Pujol, entonces presidente de la Generalitat, se presentó en la agencia en la calle Gran Vía de Vigo para conocer el trazo del patrón- tuvo un comienzo de película. 
Luis Carballo nació en Xinzo de Limia en 1938. Su padre, empleado de banca, había sido alcalde durante la República y consiguió salvar la vida cuando iba a ser paseado gracias a la compasión de un vecino. Luis comenzó en el diseño por casualidad. Había nacido con buena muñeca para el dibujo y el dueño de los cines de Xinzo le encargó la cartelería para publicitar las películas. A los 16 años se fue a estudiar la carrera de Comercio y durante el servicio militar que prestó en A Coruña consiguió emplearse en el Banco Pastor. Pasó por las sucursales de Viana do Bolo, Barco de Valdeorras y Cangas antes de asentarse en Ourense. 
De siete a tres trabajaba en el banco y por la tarde cultivaba sus inquietudes en un pequeño estudio con taller de revelado de fotografía que había montado con Julia Taboada cuando todavía eran novios, con José Luis Outeiriño como primer socio. Después trasladarían la agencia a la Habana de Ourense  y más tarde a la calle Progreso, hasta que en 1985 se instalan definitivamente en Vigo. Julia era maestra e hija del fundador del colegio Cardenal Cisneros, por lo que eran frecuentes las jornadas de tertulia con Ramón Otero Pedrayo en el Pazo de Trasalba. Nuria aún recuerda una infancia fotografiando el románico gallego, los viajes a Madrid para que su padre se examinase de la carrera de Publicidad y el regreso con el coche crujiendo por el peso de los libros que habían adquirido. 
El primer gran éxito creativo de la agencia Luis Carballo Publicidad le permitió examinar las costuras de la confección para encaminar a Galicia hacia la moda y la alta costura. La elegancia de Luis y de Julia siempre ha sido celebrada. "Son las dos personas más elegantes que he conocido, pero no sólo en la forma de vestir, sino de mente y corazón, como ahora lo son sus hijos Nuria y Luis", precisa Víctor González, que fue diseñador y director de fotografía de la agencia y de la revista Galicia Moda.
El estudio de Carballo comenzó con campañas para la sastrería El Faro, propiedad del padre de Adolfo Domínguez, hasta que un eslogan consiguió desafiar la dictadura del tergal y la plancha frente al lino y la arruga. La autoría del aclamado lema ha generado apasionados debates. Víctor González zanja la discusión:"He de decir por justicia que recién llegado yo a su agencia y en plena efervescencia de aquella polémica que algunos recordarán sobre la autoría de la frase, una bobada, descubrí de dónde venía. Como publicitario que he sido sé que los eslóganes los creamos los publicitarios pero lógicamente, pertenecen al cliente. La frase "le ruge é piu bella" la decía Marcello Mastroianni en una entrevista en un L'Uomo Vogue que Luis y Julia guardaban con la frase subrayada. Marcello Mastroianni se refería no a la ropa por supuesto, sino a la edad. En fin. Cosas. Pero la frase había salido de ahí".
 Luis Carballo no sólo era un publicista al uso, era un creador de marca como demostró con el "Programa para el desarrollo del textil de Galicia", amparado por la Xunta que presidía Gerardo Fernández Albor y popularmente conocido como Galicia Moda, nombre que también recibió una publicación destinada a potenciar la estrategia comercial y a cuyas páginas también se asomó la cultura.
Así, La Región recogió unas palabras esclarecedoras de Camilo José Cela, cinco años antes de recibir el Nobel de Literatura, durante la presentación del segundo número de la revista en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid en julio de 1984: "Me alegra colaborar en el lanzamiento del primer producto no tercermundista que ofrecemos los gallegos". 
Galicia se posicionaba en el mundo gracias a la audacia de "un adelantado a su tiempo que, como todos los genios, acabó siendo algo incomprendido", señala la periodista Amalia Gallego. Con Galicia Moda se creó en marzo de 1985 una asociación para impulsar la moda masculina de la que formaban parte los empresarios Javier Cañás Caramelo, Armando F. Regueira, Florentino Cacheda, Antonio García, Gene Cabaleiro, Agapito García, Julio Novoa y Juan Manuel Cividanes. Las marcas Carmelo, D'Aquino, Unicen, Corteman's o Vesgante comenzaron a verse por en Milán, París, Madrid o Barcelona gracias a los certámenes de moda Luar/Luada. "La colección de uno que había perdido las maletas la hizo en una noche Luis Carballo en el hotel", recuerda entre carcajadas Amalia Gallego. 

INVENTAR LA MODA
"Luis nos explicó que si la moda italiana no existía antes de los 70 y se inventó, en Galicia se podía hacer lo mismo", aclara González. En el chalet de la agencia en Vigo levantó la infraestructura necesaria con un estudio profesional de fotografía. A Galicia comenzaron a llegar modelos internacionales y se generó un fenómeno de arrastre con la creación de escuelas de diseño. "En cuatro años el programa Galicia Moda consiguió sacar de la economía sumergida a más de 300 talleres y se crearon 5.094 puestos de trabajo", apunta Nuria.
La revista Galicia Moda, que llegó a 21.000 ejemplares, publicó su número 16 en agosto de 1991. Fue el último. La asociación se descosía por un ego más sólido que las puntadas, la Xunta se había retirado y Luis Carballo apuntó al Pelegrín y al Xacobeo 93 para marcar un Camino que llega hasta hoy.n

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