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La Festa do Pulpo bate otro récord y llega a la cifra de 125.000 asistentes

Un pulpeiro saca rabos de la caldeira para su cortado.
photo_camera Un pulpeiro saca rabos de la caldeira para su cortado.

El Parque municipal de O Carballiño volvió a convertirse en el epicentro de la 55ª edición del gran evento gastronómico

n n n La villa del Arenteiro fue ayer, de nuevo, capital gastronómica internacional, con la celebración de la "LV Festa do Pulpo", dedicada  en esta ocasión a los emigrantes gallegos en Alemania. Desde primeras horas de la mañana de este domingo, las principales arterias de comunicación por carretera registraron un elevado número de retenciones, sobre todo los accesos desde la autovía AG-53 (Ourense-Dozón) y las carreteras N-541 (Ourense-Pontevedra) y OU-901 (Ribadavia-A Barrela).
La afluencia de visitantes a O Carballiño tuvo su punto álgido al mediodía, con la llegada de autocares procedentes de las cuatro provincias gallegas y de Portugal. Hasta llegar a batir un nuevo récord de 125.000 asistentes (un 25% más que el pasado año), según los datos de la organización, y con una previsión de consumo de 75.000 kilos y unas 200.000 raciones de cefalópodo en toda la jornada. En este sentido, la treintena de puestos ambulantes de comidas ubicados en el Parque municipal y el centenar de mesones  y restaurantes del casco urbano se vieron obligados a servir los menús en varios turnos e incluso agotar la mercancía.
Unos 60 pulpeiros, distribuidos entre calles y plazas de la villa y en el interior del propio Parque, fueron los encargados de cocer y aliñar las "talladas" para la multitudinaria concurrencia, que también se hizo notar en el recinto oficial de autoridades, donde las mesas reservadas para invitados se quedaron escasas. Allí, el menú compuesto por empanada, pulpo, carne cocida, postres, café y licores, estuvo acompañado por el pan de la Indicación protegida pan de Cea y el vino Pazo Tizón, de la Denominación Ribeiro.
Voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja y efectivos del Grupo de emergencias velaron por la seguridad, junto a agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Carballiño y Ribadavia. No hubo que lamentar incidencias graves, a pesar de los 32 grados centígrados de temperatura media de la tarde. Únicamente una mujer fue atendida por una lipotimia en el recinto, si bien se recuperó satisfactoriamente. n

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