El descanso antes de las urnas

 Han sido quince días —o más, teniendo en cuenta que además de la campaña electoral tiene un preámbulo o precampaña cada vez más extensa— en la que han recorrido miles de kilómetros, han visitado cientos de lugares, barrios y pueblos, ofrecido reuniones, charlas y mítines y estrechado manos y besado a cuanto seguidor se les ponía en su camino. Por eso, la jornada de reflexión obligatoria en este país previa a las elecciones es recibida como un bálsamo por los políticos. Los candidatos aprovecharon el día de ayer para reencontrarse con sus familias y amigos a los que han tenido desatendidos todo este tiempo de vorágine electoral.
Para los principales líderes de Vigo que aparecen en los primeros puestos de las listas, estas 24 horas han sido un balón de oxígeno para tomar fuerzas ante lo que hoy se les avecina: una larga jornada de votaciones y recuentos que seguirán en las sedes de sus respectivos partidos.

Teresa Egerique, número 3 del PP por Pontevedra, haciendo la compra y de reunión de partido en la jornada de reflexión.

Teresa Egerique (PP), concejala viguesa y número 3 de los populares por Pontevedra, dedicó buena parte del sábado a estar con su hija, de nueve años, y su familia. “Han sido quince días sin pisar la casa y quiero estar con ellos”, señaló a este diario. También aprovechó la mañana para ir de compras al supermercado y “reponer la nevera vacía”, y aún tuvo tiempo para reunirse con sus compañeros de lista y de partido, entre ellos Ignacio López-Chaves, Marián García, Javier Dorado e Marta Fernández Tapias y la portavoz municipal Elena Muñoz, para preparar la jornada de hoy, domingo.
El vigués Abel Losada (PSOE), actual diputado y cabeza de lista por Pontevedra, también quiso estar entre amigos, con los que se reunió en la Praza da Constitución, encuentro al se sumaron después el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva. Fue una jornada de descanso que pensaba finalizar con “una cena agradable”, según confesó a este medio.
Quien más ajetreo tuvo ayer fue la Carmen Santos (En Marea) número uno de la formación rupturista por Pontevedra y líder de Podemos en Galicia, quien dejó de lado el ambiente electoral por un acto social: la boda de “su mejor amiga” desde su época universitaria. El enlace se celebró al mediodía en Pazo de Castrelos y continuó con el tradicional banquete y fiesta posterior.
Más familiar fue la jornada de Luís Bará (BNG), cabeza de lista de los nacionalistas por Pontevedra. Durante la mañana acudió a la casa de su madre en Vilaboa, acompañado por su pareja y sus tres hijos, y por la tarde tenía pensado llevar a su padre a jugar la partida en Arcade, como hace habitualmente. “Para o BNG-Nós esta foi unha campaña moi intensa e emotiva, con moito traballo e contacto social, e dende logo hoxe é un día de descanso, de estar coa familia, de compartir esas emocións vividas e de reflexionar, como di o manual”. 

Luís Bará, del BNG, ayer, con sus hijos y su madre en Vilaboa.

Carmen Santos, de En Marea, de boda en Castrelos