Galicia

El Congreso acepta la tramitación del traspaso de la AP-9 al Ejecutivo gallego

Imagen aérea del puente de Rande, parte integrante de la Autopista del Atlántico.
photo_camera Imagen aérea del puente de Rande, parte integrante de la Autopista del Atlántico.

Todos los grupos salvo Ciudadanos apoyan la admisión a trámite del traspaso de la autopista a la Xunta. PP y PSOE se distancian de la opción de rescatar la concesión, que acaba en 2048. El peaje de las nueve autopistas rescatadas por el Gobierno bajará un 30% en enero mientras el de la AP-9 sigue subiendo.

El Congreso respaldó ayer la tramitación parlamentaria de una proposición de ley del Parlamento gallego para traspasar a la Xunta la Autopista del Atlántico (AP-9), pero no fue  por unanimidad ya que Ciudadanos se desmarcó al considerar que se trata de un "regalo electoralista". La iniciativa, que fue aprobada por unanimidad en Galicia en marzo de 2016, fue defendida en el Pleno del Congreso por una delegación de tres diputados del Parlamento autonómico. Con todo, PSOE y PP ya anticiparon, en sus discursos, que previsiblemente esta ley será cambiada en la tramitación parlamentaria para asemejarse a las dos posteriores que se aprobaron en la Cámara gallega y que, en esencia, excluyen la posibilidad del rescate público.

Martín Fernández Prado, diputado del PPdeG, destacó que la Xunta tiene los medios para gestionar la AP-9 al ser la Administración "más próxima" y ser "una infraestructura vital para Galicia, principal motor de competitividad". Es más, pidió al Gobierno de Pedro Sánchez convocar la comisión mixta de transferencias para asegurar que el traspaso no se dilate, en la misma línea que se pronunció el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo
Frente a la agilidad reclamada por el PP gallego, el diputado autonómico de En Marea Antón Sánchez recordó que esta iniciativa se aprobó tres veces por unanimidad en el Parlamento gallego -las últimas dos sin incluir la posibilidad de rescate, un aspecto que fue eliminado en aras de lograr levantar el veto del Gobierno de Rajoy- y que en las dos ocasiones anteriores fue bloqueada por el Ejecutivo popular. A su juicio, con "el silencio estruendoso y la complicidad del PP", los gallegos vienen padeciendo una "estafa diaria" con la AP-9, que en su día fue rescatada con dinero público y privatizada por el Gobierno de José María Aznar en lo que considera una muestra de "capitalismo de amiguetes".
En similares términos se pronunció su compañero del Congreso Antón Gómez Reino, que representó a Unidos Podemos -donde se integra En Marea- y que reiteró su rechazo general a las autopistas de peaje para que lo público deje de beneficiar a la privada: "Autopista del Atlántico pública, gallega y gratuita", proclamó.

agilidad y consenso
Por el PSOE, el diputado por Pontevedra Guillermo Meijón, cargó contra la empresa concesionaria y pidió una tramitación ágil de la iniciativa y un consenso sobre la política de infraestructuras. Igualmente, el diputado socialista autonómico Luis Álvarez Martínez reclamó el apoyo unánime de todos los grupos de la Cámara para que la unanimidad del Parlamento gallego se viese también en el Congreso.
Sin embargo, ese respaldo unánime no se vio en el debate celebrado en un hemiciclo semivacío, ya que Ciudadanos se negó a votar a favor. Su portavoz de Fomento, Fernando Navarro, recordó que se trata de una autopista que conecta con Portugal, lo que la convierte en vía estratégica para el país, y criticó que se pretenda el traspaso a la Xunta de la gestión, con opción a rescatarla y fijar precios, y en cambio las obligaciones económicas sigan a cargo del Estado. A su juicio, las inversiones de Fomento son "la bolsa de caramelos" con la que se busca conseguir votos y este traspaso es un "regalo" que tiene un coste que debe pagar el Estado. Recordó que el Gobierno de Rajoy se negaba a asumir ese coste y ahora todos lo aceptan abonar por motivos "electoralistas". n

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