El presidente no disipó dudas sobre los contratos de la empresa de su hermana ni la ocultación de facturas desvelada por Contas

La campaña llega a su ecuador con la credibilidad de Feijóo en entredicho

 Alberto Núñez Feijóo
La campaña de las elecciones autonómicas gallegas llega a su ecuador marcada por las dudas que se ciernen sobre la credibilidad del presidente de la Xunta y candidato a la reelección por el PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, a la hora de afrontar y responder sobre los temas más espinosos que jalonaron este periodo.


Fueron estos temas y los cara a cara televisivos entre los candidatos los que rompieron la atonía de esta primera semana de campaña, que se abría con la polémica sobre el uso que Feijóo hizo del avión de un multimillonario gallego afincado en Argentina, José Benito López Carballedo, para hacer campaña durante su reciente viaje a Buenos Aires y Argentina. Feijóo minimizaría el escándalo y calificaría como algo normal que un empresario le prestara su avión.

El contrato para la construcción de dos buques en astilleros gallegos para la petrolera mexicana Pemex fue otra de las polémicas que están marcando esta primera parte de la campaña. Feijóo presentó la operación como cerrada y firme, pero se negó a mostrar el contrato alegando cláusulas de confidencialidad sobre cuestiones de seguridad y derechos de autor.

Este secretismo llevó a la oposición a dudar de la existencia del contrato y Pachi Vázquez lo convirtió en uno de los temas estrella de su debate cara a cara con Feijóo en la noche del lunes.

El martes día 9 saltaba otra de las bombas de la campaña. Un informe del Consello de Contas de Galicia, dirigido por José Antonio Orza, el exconselleiro de Economía durante los gobiernos de Manuel Fraga, constataba que el Ejecutivo de Feijóo había desviado 411 millones de euros en facturas del año 2010 al ejercicio 2011, con el fin de cumplir el techo de gasto que había establecido el Gobierno central. La credibilidad de Feijóo volvía a estar en entredicho y toda la oposición se ocupaba de recordar al presidente que hizo trampas para poder presumir de que Galicia estaba entre las comunidades más solventes.

Núñez Feijóo se limitó a negar la existencia del informe, argumentando que lo único que había era un preinforme pendiente de ser aprobado por el Consello. Sin embargo, el propio conselleiro maior de Contas, Luciano Fariña, reconocía ese mismo día que se habían trasladado facturas del año 2010 al 2011, señalaba que era algo habitual y auguraba que también habrá gastos de 2011 que se pasen a 2012.

Otro asunto que le estalló en las manos a Feijóo durante estos días fueron las declaraciones del exdiputado del PPdeG José Manuel Castelao Bragaña, quien afirmó que 'las leyes y las mujeres están para violarlas'. Esta expresión desató una intensa polémica a nivel nacional y obligaron a Bragaña a dimitir como presidente del Consejo General de la Emigración. Sin embargo, Feijóo no se pronunció sobre su expulsión del PPdeG, pese a que el candidato del BNG, Francisco Jorquera, se lo exigió en el debate que mantuvieron el pasado miércoles.

El presidente trata como tema familiar las adjudicaciones a la empresa de su hermana

Una de las cuestiones con un protagonismo especial en esta campaña son las adjudicaciones realizadas desde la Xunta a la empresa de la que la hermana de Núñez Feijóo es apoderada. Lejos de arrojar luz sobre este asunto, Núñez Feijóo intentó convertir las denuncias sobre uso de fondos públicos en una cuestión de animadversión personal.

Preguntado tras el Concello sobre si es consciente del malestar que hay en empresas gallegas por estas adjudicaciones, Feijóo ofrecía una respuesta atropellada e inconexa. Señalaba que 'hay gente que le vale todo', para añadir que ante 'la falta de argumentos políticos hay alguien que quiere hacer daño personal. El presidente de la Xunta soy yo -dijo- y me gustaría que las personas que no tienen ninguna relación pública no se le hiciera daño simplemente por ser familiares del presidente de la Xunta'. Feijóo matizó que 'a lo mejor eso es pedir demasiado desde el punto de vista moral' y tras indicar que no todos están capacitados para dar lecciones sobre moral y rigor, añadía que tenía un familiar en Citroen, 'creo que un primo segundo o algo así. Lo digo por si acaso le interesa y por si quieren ustedes ver si hay ayudas de la Xunta a Citroen', y concluyó afirmando que 'por si de paso le interesa, también ya le digo que mi padre trabajó para una empresa de electricidad', para concluir que 'lamento que por llevar mis apellidos se intente echar a gente de Galicia'.

De esta forma, Núñez Feijóo trasladaba al terreno de la animadversión personal y convertía en un tema familiar las sospechas que hay con la empresa de su hermana, que se hizo con contratos de la Xunta por un importe de 1,4 millones de euros, logró que el concello de A Coruña, gobernado por el 'popular' Carlos Negreira, le adjudicara la gestión de sus servicios bibliotecarios, por 9,2 millones, y consiguió que la Diputación coruñesa, gobernada también por el PP, le otorgara contratos de promoción cultural por 2,3 millones de euros.

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